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sábado, 23 de noviembre de 2024 11:28h.
NO SOBRAN LAS PALABRAS.-Óscar Mendoza
Óscar Mendoza es licenciado en filología francesa, profesor de secundaria y, como suele decir él, gomero antes que nada.
NO SOBRAN LAS PALABRAS.-Óscar Mendoza

Óscar Mendoza es licenciado en filología francesa, profesor de secundaria y, como suele decir él, gomero antes que nada.

Opinión

Un lugar en el mundo

“Pero no he visto que los culpables de aquel desatino cumplan penas ejemplares y sufran un 5% del sufrimiento que ellos administraron a gente inocente cuyo único pecado fue creer en el sistema que se les vendía un día sí y otro también. Esos culpables no son negros ni vinieron de allende los mares sino que visten trajes de Armani, zapatos de marca y desprenden perfume caro porque ya se sabe que la imagen lo es todo en el mundo de la política-negocios. No está mal como envoltorio de la mierda”.
Opinión

El laberinto catalán

“Había que luchar contra la vil España y sus símbolos, aunque el ínclito Arturito Mas destrozase la Sanidad y la Educación catalanas aplicando unos tijeretazos de corte y confección absolutamente calcados a los que dio Marianito en todo el Estado. Ya ven, no eran tan diferentes. Recortes por doquier aunque uno fuera muy español y mucho español mientras el otro bailaba una sardana cuyo primer paso se daba en la Plaza de Cataluña y el último en una cuenta bancaria en Andorra, patria chica de los Puyoles y de no pocos españoles con pulserita roja y gualda”.
Opinión

El cuñadísimo

“Su cuñado, dicen que hombre honesto, preparado y sin maldad, lo odia y no movió un dedo por evitarle la cárcel, comportamiento que le honra aunque quizás el hecho de que su hermana no corriese la misma suerte hace que muchos monárquicos desconfíen de él porque entienden que Felipe VI debió preservar la institución antes que salvar a Cristina que, la pobre, estaba muy enamorada y no se enteraba de nada”.
urdangarin
Opinión

Mercaderes de la información

“Se acepta el chantaje porque no queda otra, es decir, el sistema corrupto le rompe las alas a aquellos bisturís con tinta que miran por la decencia y el compromiso democrático de velar por la verdad. La rebelión de unos cuantos son daños colaterales del tal maniobra e, incluso, se les puede ningunear mediante una campaña de desprestigio orientada a que no molesten ni hagan pensar a gente que está ahí solamente para trabajar y consumir porque, no se engañen, ésa es su visión”.
Opinión

Hijos de un Dios menor

“Los negritos, al parecer, no son hijos de Dios o no lo son completamente, o su Dios es menor o vaya usted a saber. Tal diferencia, no se engañen, no está basada en el color de la piel, ni tan siquiera en la religión o las costumbres, sino que se da porque son pobres llevando al paroxismo el odio destilado en una aporofobia sin cuartel que es hija bastarda de un sistema socioecómico preñado de egoísmo y de culto al éxito”. 
Opinión

Las curvas de mi adolescencia

“Vamos hacia atrás, irremediablemente hacia atrás, injustamente hacia atrás mientras muchos no parecen enterarse y otros, los más poderosos, se frotan las manos comprobando que podrán mantener el status quo en el que unos pocos viven en su arcadia feliz mientras la mayoría no consigue salir del purgatorio al que les han enviado políticos sin moral e impunes a cualquier ley terrenal”.
Opinión

Las lágrimas y las balas

“Dudo mucho que la mayoría de ese pueblo esté de acuerdo con un comportamiento tal vil pero ya sabemos que el miedo fue amo y señor en el País Vasco bajo las pistolas de unos asesinos trasnochados que, lejos ya de luchar por la libertad en épocas franquistas, esgrimían la parabellum para mantener el chiringuito  y vivir en una locura colectiva elevando el dolor a la enésima potencia. Sí, no se engañen, los caminos de los mafiosos conocen razones que la más mínima lógica no conoce”.
Opinión

La inocencia traicionada

“Es asombroso cómo el supuesto ahorro al no contratar a un profesor es más importante que las lágrimas de unos padres desesperados por darle un poco de esperanza a su hijo. La falta de perspectiva es clamorosa, es más, se yerran los objetivos de forma estúpida o interesada para honrar a ese Dios mercado que todo lo vicia y todo lo pudre, corrompiendo el alma humana hasta llegar al punto de aniquilarla. Buenos trabajadores y buenos consumidores es el mantra de esta mierda que estamos creando. Acuso, que diría Émile Zola, a muchos de ser partícipes de esta monstruosidad”.
Opinión

Unos más que otros

“Pero ya sabemos cómo funciona esta plutocracia corrupta y falaz donde un pequeño empresario o nómina es sangrado para sostener el estado del bienestar mientras otros, autodefinidos como patriotas (¡tócate los cojones!) se saltan la ley sistemáticamente y se aprovechan de subterfugios legales creados por fieles siervos que luego serán sus empleados en virtud de unas puertas que giran y giran a mayor abundamiento de la desvergüenza nacional. Mientras, el honrado ciudadano frunce el ceño, baja la cabeza de impotencia y deja de creer en los símbolos de una nación que no lo representa.”
Opinión

¿Y los valores para cuándo?

“¿Y la conciencia?  Creo que ni estaba ni se le esperaba y, lo que es peor, ni estará ni se le esperará porque nuestros representantes no aprenden ni escarmientan, básicamente porque el electorado es demasiado pusilánime y conformista ya que muchos carecen de criterio propio y, si me apuran, de empatía, dado que aplican el precepto de “mientras no me pase a mí”, tan español y tan asqueroso”