10.000 personas convierten en éxito la vuelta a las elaboraciones naturales en la Feria de la Ecología de Gran Canaria
El público no solo ha podido adquirir productos de todo tipo, ya sea alimentación, ropa ecológica o plantas aromáticas, sino que ha podido informarse de un sinfín de ideas que benefician su salud.
El paso de 10.000 personas por la Feria de la Ecología y la Sostenibilidad de Gran Canaria ha demostrado hoy el éxito de la vuelta a las elaboraciones naturales y un gran espaldarazo a las 90 iniciativas creativas que se han dado cita en La Granja del Cabildo, desde una zumería de ‘súper alimentos’ que adapta su producto al estado de ánimo del cliente, a piensos ecológicos para perros y detergentes biodegradables a granel para no generar envases, pasando por suculentas tartas bio, con café arábigo ecológico.
El público no solo ha podido adquirir productos de todo tipo, ya sea alimentación, ropa ecológica o plantas aromáticas, sino que ha podido informarse de un sinfín de ideas que benefician su salud, ya sea cosmética natural o el uso de productos de limpieza igualmente naturales, y es que se trata de toda una filosofía que abarca desde no esquilmar al planeta hasta las redes de comercio ético y solidario, lo que cuenta con el decidido respaldo del Cabildo de Gran Canaria, tal como garantizó su presidente, Antonio Morales, en el recorrido del espacio, que en su segundo año triplicó el volumen de participantes y ha disparado el de asistentes.
Los encuentros exitosos de La Granja cuenta como anunciante al propio flujo de visitantes que cruza la pasarela peatonal de la autovía del norte desde el aparcamiento habilitado para 1.800 plazas que no pararon de rotar desde las nueve de la mañana, con momentos puntas como a las doce del mediodía, de modo que la mañana reunió a los que tenían la clara intención de aprovechar para comprar y por la tarde los que, además de llevarse algún producto a casa, no quisieron perderse el ocio de su zona de ‘ecopicnic’ ambientada con música ‘orgánica’, mientras podía degustar croquetas, falafel o ropa vieja ecológica, si bien primero debía probar las tartas de Doña Felicia porque “la vida es corta, primero hay que comer los postres”.
El público disfrutó además de las charlas y los talleres programadas desde la apertura al cierre, y decenas de personas se congregaron en torno a las palabras de apasionados como Javier Cabrera, experto que presentó en la primera edición de la feria su libro ‘Vademécun prácticum de iniciación a la agricultura ecológica’ y este año acudió con su segunda tirada.
Quienes pasaban por su puesto quedaban enganchados a sus explicaciones de cómo la ortiga ha erradicado a la araña cristalera de los cultivos o de cómo con un centímetro cúbico de aceite de ricino el efecto es superior. También aprendió que la la cola de caballo no hay que sacarla de la maceta para trasplantarla, sino dejar que las raíces hagan su trabajo a través de los agujeros y tenerla siempre sobre un plato colmado de agua. Y ello porque la cola de caballo “es lo más grande que hay contra los hongos”, mientras la artemisa es todo “un antibiótico de amplio espectro”.
Estimulante resulta en el recorrido comprobar la proliferación de iniciativas de toda índole, incluidas las relacionadas con la crianza y las recomendaciones a los padres, y por qué no “a los abuelos”, como se interesó el consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo, igualmente satisfecho con la respuesta a esta iniciativa, cuya máxima conoce bien "MIMO Superfood", que además de traerse de Nueva York, la idea de hacer zumos a medida,
(“Dime cómo te sientes y te diré el zumo que necesitas”), usa productos naturales, frescos, de la tierra y de la estación.
Convertida para muchos en un modo de vida, la apuesta por lo natural abarca también el uso de energías renovables, como la propuesta de Fernando Díaz, que ha ideado un sistema de extracción de agua para cultivos a través de energía solar, o las bicicletas eléctricas que daban la bienvenida al visitante y la ropa cien por cien ecológica de Back to Green, idea ganadora en el concurso del Programa de Emprendimiento Social del Cabildo en la SPEGC.
También geles y champús a granel amables con la piel, aparte de productos de limpieza para la casa, o una aspiradora que limpia el aire de ácaros, jabones al corte, zapatos de fibras naturales, bebidas como cerveza de aloe, joyas que nadie diría que están hechas de plásticos de botella, papel o anillas de latas, y hasta alta cocina ecológica con el chef francés Baptiste Zuretti.
En definitiva, un enorme listado de propuestas que pueden ser consultadas en http://bit.ly/2qHZJGC y buscadas en internet, porque esos sí, los usos serán ancestrales, como las nueces de Nepal para lavar ropa y cuando ya no tienen saponina machacarlas para abono, pero los medios son los más modernos porque aparte de servir a domicilio, están en todas las redes sociales y aceptan pedidos hasta por wasap para estar al alcance de quien los quiera encontrar.