La Agencia Tributaria Canaria fomentará el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales
La Consejería de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos del Gobierno de Canarias ha modificado objetivos de actividad incluidos en el contrato de gestión de la Agencia Tributaria Canaria (ATC), aprobado por el Gobierno canario hace un año para el periodo 2019-2021, con el doble objetivo de adecuarse al nuevo contexto socioeconómico originado por la crisis sanitaria generada por la COVID-19 y avanzar en el sistema de dirección por objetivos. En particular, la ATC fomentará el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales.
Con el cambio del contrato de gestión -formalizado mediante una Orden del titular del departamento, Román Rodríguez, al tratarse de objetivos de actividad, no estratégicos-, se persigue dotar al sistema de mayor flexibilidad, dado que las consecuencias de la crisis no pueden evaluarse en su totalidad, y establecer nuevos indicadores con los que medir la actividad desarrollada por la Agencia para avanzar hacia una administración más eficaz y eficiente y, de forma paralela, incentivar que los contribuyentes cumplan sus compromisos correctamente sin dar lugar a actuaciones ejecutivas.
El sistema de dirección por objetivos implantado en la Agencia Tributaria Canaria desde su creación por Ley 7/2014, de 30 de julio, como ente de Derecho público con autonomía de gestión, tiene encomendada la aplicación del sistema tributario canario. No obstante, la actividad de la ATC no se limita a la realización de actuaciones de control y recaudación, sino que además está centrada en prestar un servicio público esencial y en la satisfacción de las expectativas de la ciudadanía, objetivos que se plantean de modo más ambicioso con la Orden suscrita por el consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos.
Por ello, entre los indicadores contemplados con esta modificación del modelo de gestión, se pretende la mejora de la calidad de los servicios de asistencia a los contribuyentes, potenciando la asistencia no presencial; la agilización de la tramitación tributaria reduciendo los tiempos de tramitación de los procedimientos; la prevención y control del fraude con actuaciones encaminadas a la detección del fraude tributario y a la regularización de obligaciones tributarias potenciando su carácter voluntario; y con respecto a las actuaciones recaudatorias, mejorar la gestión y el control de deudas realizada por la ATC.
Estos nuevos indicadores se contemplan en detalle en el Plan de Acción de la ATC para el 2020.