El presidente canario visita junto a los Reyes de España las ciudades de Nueva Orleans y San Bernardo en Estados Unidos
Clavijo acompaña a los Reyes en el recuerdo a los españoles e ‘isleños’ que contribuyeron al nacimiento de Nueva Orleans
La presencia de aquellos primeros canarios que contribuyeron a la construcción de un nuevo país sigue estando presente a través de la lengua, el folclore y la cultura
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, tras la escala realizada ayer en Cuba en la que se reunió con el vicepresidente cubano y miembros del Gobierno de la isla, además de con una amplia representación de la colonia canaria asentada en La Habana, con la Junta Directiva de la asociación de empresarios canarios y españoles y con el embajador español en Cuba, se incorporó hoy al recorrido de los Reyes de España por algunas de las ciudades de los Estados de Luisiana y Texas, en Estados Unidos, fundadas por españoles y canarios en el siglo XVIII, una gira en la que participa también el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell.
Esta mañana Clavijo, que estuvo acompañado por el vicepresidente de Acción Exterior, Luis Padilla, participó en la recepción oficial a los Reyes por parte de la ciudad de Nueva Orleans. La delegación española fue recibida en el Ayuntamiento de la ciudad por la alcaldesa de Nueva Orleans y el Gobernador del Estado de Luisiana. Tras la finalización del acto oficial de recepción, el presidente canario asistió también al almuerzo en honor de Sus Majestades los Reyes, al que asistieron más de 140 personas representativas de la sociedad de Nueva Orleans.
Luisiana fue ocupada por los españoles desde 1763, tras su cesión por Francia. En 1803 vuelve a manos francesas y Napoleón la vende sobre la marcha a los americanos por 15 millones de dólares. Entre 1777 y 1783 se embarcaron más de 4.000 canarios hacia Luisiana, de los cuales unos 2.100 llegaron a Luisiana y se instalaron en torno a cuatro poblaciones, aunque solo se consolidaron dos: San Bernardo y Valenzuela.
Conocidos como los isleños, los habitantes de esos dos asentamientos canarios en el Estado de Luisiana, al que pertenece también Nueva Orleans, son los descendientes de los canarios que fueron trasladados a esa región por Carlos III. Aquellos canarios acudieron en solitario a la llamada de la Corona española, llevándose consigo mujeres, hijos y los pocos enseres particulares que poseían. Fue una época de intensa emigración en el Archipiélago, y se calcula que los canarios que llegaron en las sucesivas expediciones a Luisiana procedían de las islas de Tenerife (un 45%), Gran Canaria (40%), Lanzarote, La Palma y La Gomera (el restante 15%).
Es en San Bernardo donde la herencia cultural se ha preservado hasta nuestros días, en torno a Terre aux Boeufs. De hecho, entre la élite de Luisiana siempre ha habido descendientes de isleños. En los 80 un Núñez llegó a ser presidente del Senado del Estado. Hoy día, cerca de de 50.000 personas de ascendencia canaria viven en el estado de Luisiana.
Tras la recepción ofrecida por la ciudad de Nueva Orleans, Sus Majestades los Reyes, acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, el presidente del Gobierno de Canarias, el vicegobernador del Estado de Luisiana, la alcaldesa de Nueva Orleans, los embajadores de España y Estados Unidos y el presidente de Iberdrola, patrocinador oficial de la exposición, asistieron en el Cabildo de la misma ciudad de Nueva Orleans a la exposición “Recuerdos recuperados: España, Nueva Orleans y el apoyo a la revolución estadounidense”, en la que se muestran cientos de artefactos históricos, documentos y obras de arte que exploran la influencia de España en el desarrollo de Luisiana, su apoyo a la Revolución Americana y el legado duradero de España y de Canarias en la cultura estadounidense.
La exposición muestra el apoyo de los españoles y canarios a las colonias americanas, antes y durante la Guerra de la Revolución, así como a notables figuras españolas cuyas vidas impactaron en el nuevo país emergente. La exposición adentra al visitante en un viaje cronológico de las relaciones hispanoamericanas, comenzando con la propia Era de la Ilustración de España, durante el reinado de Carlos III, a través de los tiempos de las revoluciones europeas y americanas hasta los avances tecnológicos de comienzos del siglo XX.
Durante el desarrollo de la guerra de 1812 participaron en la defensa del Estado sureño algunos de los descendientes canarios que habían ido al territorio apenas treinta años antes. Que algunos de ellos participaran en la defensa del país en primera fila no fue casualidad. Muchos eran cazadores.
En varias batallas intervino el Tercer Regimiento, formado, fundamentalmente, por milicianos canarios y de raza negra. Pero algunos de ellos también formaron parte del bando contrario. Un grupo de pescadores humildes y de origen canario ayudaron a los ingleses a ocupar territorios de Luisiana. Lo hicieron como respuesta a la discriminación a la que eran sometidos por no hablar inglés.
La exposición también se centra en las huellas dejadas por la presencia española en los Estados Unidos, y más particularmente en Luisiana. Finalmente, vuelve al presente, con información detallada sobre los lazos sociales, culturales y comerciales de España con los Estados Unidos desde finales del siglo XIX.
San Bernardo
Tras el recorrido por la exposición, el presidente del Gobierno de Canarias se desplazó a San Bernardo, situada a media hora de Nueva Orleans. En esta ciudad, fundada por canarios y devastada por el Katrina en 2005, Fernando Clavijo se reunió con las entidades canarias de San Bernardo y Luisiana.
Los isleños de la parroquia de San Bernardo constituyen una comunidad hispanohablante aislada, cuyos orígenes provienen de una iniciativa de finales del siglo XVIII destinada a la colonización de Luisiana con pobladores de Canarias.
Hace 240 años, tras una larga y penosísima travesía llegaron y se encontraron con una tierra muy adversa, distinta a la que estaban acostumbrados a cultivar: la región pantanosa de la desembocadura del Mississippi, cerca de Nueva Orleans, donde se instalaron fundando la parroquia de San Bernardo y dedicándose a la pesca de camarones y jaibas, a la caza de caimanes, etcétera.
Hoy, más de doscientos años después, los apellidos predominantes de aquellas comunidades siguen siendo Pérez, Fernández, López, Díaz, García, Alfonso, Campo, Acosta, Acevedo, etcétera. Todavía hay entre ellos unos pocos hombres y mujeres que se siguen expresando en español y que siguen recordando los romances y coplas que sus antepasados llevaron de las islas.
La tragedia del Katrina, el terrible huracán que devastó Nueva Orleans en 2005, arrasó propiedades y casas de las parroquias en las que los isleños estaban asentados e incluso destruyó el museo que con tanto orgullo habían levantado en San Bernardo.