La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Santa Cruz de Tenerife ha tenido conocimiento de la aplicación de una serie de medidas que atentan contra la seguridad e integridad personal de los Guardias Civiles destinados en el Destacamento de Tráfico de la localidad de Garachico, en pos de un mayor afán recaudatorio. Esta asociación se refiere, en concreto, a las nuevas normas impartidas para que los agentes que prestan servicios de control de velocidad-radar lo realicen de manera unipersonal, medida que incluso puede afectar a su integridad física, puesto que en la actualidad no debemos olvidar que nos encontramos en una situación de alerta máxima de nivel cuatro, sobre cinco, por terrorismo yihadista.
 
Esta medida denota, una vez más, la falta de personal existente en la Guardia Civil para cumplir con todos sus cometidos, y la necesidad de aumentar la oferta de empleo público, así como de acometer una reorganización de las unidades existentes en las islas para un mayor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales.
 
AUGC-Tenerife refiere que con esta actitud, de obligar a prestar servicio de radar en patrullas compuestas por un solo componente, se contraviene todas las normas de seguridad, lo que demuestra que el mando no está sensibilizado con la necesidad de incrementar la seguridad personal de los guardias civiles pues desde AUGC consideramos que dichos servicios contradicen las más elementales normas de prevención de riesgos laborales emitida por la propia Dirección General de la Guardia Civil y hasta el propio sentido común.
 
Cabe recordar que la Agrupación de Tráfico es la especialidad de la Guardia Civil que cuenta con la mayor tasa de siniestralidad. Así, se han contabilizado desde la creación de esta especialidad la friolera cifra de 329 víctimas mortales entre estos agentes de Tráfico de toda España, con lo que ostenta el desafortunado record de ser la sección de la Guardia Civil con más fallecidos en acto de servicio.
 
AUGC cuenta con más de 30.000 afiliados. Es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Tiene representación en todo el territorio nacional, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia,   cuando   nació   como   un sindicato   clandestino.  Su   lucha   por   la   democratización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (apdhe).