Con motivo del primer día internacional de la niña, la ONG Educanepal viene realizando diversos talleres de sensibilización en varias escuelas e institutos de Canarias. Los talleres son llevados a cabo por José Díaz, fundador de Educanepal, quien estará en la isla de Gran Canaria hasta el próximo 11 de noviembre que volverá a Nepal, país donde reside habitualmente.

Nepal cuenta con uno de los índices más altos de tráfico de niñas en el mundo. Según estadísticas de varias ONG se calcula que en 2008 había unas 12.000 niñas siendo traficadas anualmente de Nepal a la India para trabajar en prostíbulos y circos. Unas 200.000 niñas nepalíes trabajan en burdeles de la India en la actualidad.

Afortunadamente, gracias a la labor de ONG como Educanepal se ha reducido drásticamente el tráfico de niñas en el distrito de Makwanpur, que hace cinco años contaba con el segundo índice más alto de tráfico de niñas en Nepal.

“Prácticamente son ya muy escasos los caso de tráfico de niñas en las aldeas donde trabajamos. Con los esfuerzos de nuestros socios, padrinos y algunas instituciones de Canarias, hemos logrado la escolarización de unas 14.600 niñas desde que comenzamos nuestro proyecto en el año 2002. La escolarización es fundamental para tener un control de las niñas, a quienes hasta hace muy poco se les negaba la posibilidad de ir a la escuela. En el Nepal rural, un 80%del país, la mujer es como un burrito de carga que no para desde que se levanta hasta acostarse: Ir a por leña al bosque para cocinar, ir a por agua, cocinar, labra la tierra, cuidar de los hijos. No es raro verlas hacer todas estas labores cargando con un bebe a sus espaldas, pues si no trabajan no consiguen la harina de millo para alimentar a sus familias.” Comenta José Díaz.

Según Díaz las niñas en Nepal son educadas para servir, y desde pequeñas deben ayudar a sus madres en todos sus quehaceres. Con solo siete u ocho años las niñas ya cocinan, van a por leña y cargan cántaros de agua de diez litros.

“Hace ocho años conocí a dos niñas gemelas de doce años que acabábamos de rescatar de un circo en la India. Se las habían llevado con seis años y en sus rostros estaban escritos los abusos sexuales y las torturas a las que fueron sometidas para realizar los números más arriesgados del circo. Apenas podían articular palabra de la vergüenza que sentían y el trauma que habían pasado. A pesar de nuestros esfuerzos porque volvieran a sonreír apenas lo hacen, aunque agradecen el apoyo recibido y el respeto y amor que le hemos brindado.” Nos dice Díaz.

Educanepal surgió tras estas experiencias diarias de Jose Díaz en las aldeas donde trabajó como voluntario del año 2000 al 2002. Cuando volvió a Canarias comenzó su labor de convencer a amigos y familiares de que no podía volver la espalda a esta dura realidad. “desde un principio de mi cuenta que más que una labor de rescate, lo que acabaría con el tráfico de niñas sería ir a las aldeas de donde procedían estas niñas y evitar que las mafias se hicieran con ellas. No solo bastaba con escolarizar a las niñas, también había que alertar a sus padres, gente de lo más ingenua y pobre, que no se creyeran las falsas promesas de trabajo con las que los traficantes intentan hacerse con niñas que, una vez lejos del hogar, son carne de cañón para ser explotadas”.

Jose Díaz agradece en este día internacional de la niña a todos los colaboradores de Educanepal (www.educanepal.org) y aquellas instituciones Canarias, cabildos y ayuntamientos, que hoy en día permiten la escolarización de cerca de 3.800 niñas y que en los últimos año nos han permitido construir dos casas de acogida de niñas huérfanas y 12 escuelas. También hacemos un llamamiento para a toda la ciudadanía canaria para que estas niñas no caigan en el olvido y cuenten con su apoyo. “Se que son malos tiempos aquí, que hay gente que necesita ayuda en Canarias, pero no puedo comparar esta crisis con la miseria tan grande en la que viven los niños y familias en Nepal, causa principal de que se trafique y explote a unos 2 millones de niños entre 8 y 14 años.”

Testimonio de Sunita (niña nepalí)

“Tenía 8 años cuando vino un señor a mi aldea. Me prometió un trabajo y la posibilidad de poder comprarme ropa y comer bien. Mis padres no querían que me fuese, pero yo fui muy ingenua y me fui con aquel hombre y cinco niñas más de la aldea. Cogimos un autobús y luego varios trenes para llegar a la India. Llegamos a un circo con una carpa gigante, y allí nos abandono tras recibir 30 euros por cada niña. Nos había vendido, Las primeras semanas en el circo nos obligaban a entrenarnos para hacer distintos ejercicios y números del espectáculo. Si nos negábamos nos pegaban con varas de madera, nos tiraban del pelo o nos dejaban sin comer. Algunas veces también fuimos abusadas sexualmente por el dueño del circo y sus amigos. Conseguí escapar a los 18 años junto a una amiga. Gracias a Educanepal he podido recupera mi autoestima y aprender a ganarme la vida cosiendo en un taller de costura que me ayudaron a montar.”