Los fabulosos sueldos y privilegios de los diputados autonómicos de Canarias
Unos 58.600 euros anuales. Es decir, casi 10 millones de las antiguas pesetas. Este es el fabuloso salario que, por término medio, se embolsan anualmente 50 de los 60 diputados del Parlamento de Canarias.
En una de las comunidades más azotadas por el paro, el subempleo y la precariedad laboral, en la que sus trabajadores reciben los sueldos más bajos de todo el Estado, “sus señorías” multiplican por seis el salario mínimo español, con el octavo sueldo parlamentario más elevado del sistema autonómico, y defienden por “consenso” el mantenimiento de sus privilegios.
Aunque especialmente reacios a hablar sobre este tema “tabú”, todos los parlamentarios consideran sus nóminas más que justificadas por su “dedicación exclusiva a la cosa pública”.
El presidente del parlamento, Antonio Castro, que encabeza el ranking de los mejor pagados, defiende que la cámara regional es “de las más baratas” del Estado. Mientras, el grueso de los parlamentarios, preguntados a este respecto por un diario grancanario, no tuvieron el más mínimo reparo a la hora de manifestar que “es necesario ingresar honorarios dignos para no banalizar la actividad política”.
Lo cierto es que los magníficos emolumentos que ingresan estos políticos institucionales superan con creces el nivel de lo que cualquier trabajador medio podría considerar como “digno”. El sueldo bruto de los diputados rasos canarios asciende a 3.638 euros al mes. A ello, sin embargo, hay que añadirle las dietas e indemnizaciones por alojamiento y manutención, que varían en función de su isla de procedencia.
Además de los complementos mensuales por razón del cargo: los portavoces adjuntos reciben un salario de 4.117 euros; los portavoces, presidentes de grupo, secretarios y vicepresidentes, 4. 597 euros; y el presidente de la Cámara, Antonio Castro Cordobez, 5.688 euros.
OTROS 21.000 EUROS ANUALES EN DIETAS LIBRES DE IMPUESTOS
Sus increibles salarios, en efecto, no son en absoluto los únicos ingresos que los diputados autonómicos reciben de las arcas públicas, al tiempo que aprueban leoninos recortes de los servicios sociales más básicos en nombre de la “austeridad”.
En dietas libres de impuestos, cada diputado ingresa una media de 21.000 euros anuales – casi 3 millones y medio de pesetas-. Un suculento sobresueldo legal que forma parte de una serie de ingresos destinados a pagar alojamiento y otros gastos, y que no se incluyen en las remuneraciones sujetas a retención -salarios y pagas extras- ni en otros complementos retributivos.
Dicho en román paladino, no tienen que tributar por ellos.
A estas “ayudas” se les suman las que reciben de sus respectivos grupos políticos. Un acuerdo interno de la Mesa del Parlamento de Canarias, datado el 7 de abril de 2008 e ignorado por la opinión pública hasta hace escasas fecha, otorga una asignación económica mensual de 18.000 euros para cada grupo presente en el hemiciclo, más 1.750 euros por cada diputado obtenido en las elecciones autonómicas.
Al año, esto supone un gasto para las arcas públicas de 2 millones de euros. Fondos de los que los diferentes partidos que integran el arco parlamentario – PP, PSOE, CC-PNC-CCN, Nueva Canarias-PIL- pueden disponer también con absoluta libertad.
Los diputados no tienen obligación alguna de presentar sus facturas ante ningún órgano fiscalizador interno o externo de la Cámara regional.
Tampoco quedan ahí, no obstante, los ingresos adicionales de los parlamentarios canarios. Junto a las dietas ya mencionadas reciben otras por actividades tales como reuniones o visitas de las comisiones de las que forman parte fuera de la sede del Parlamento. Asimismo, los diputados que se desplazan fuera del Archipiélago por motivos oficiales tienen una dieta diaria de 80 euros para gastos sin justificar, y hasta un máximo de 150 euros siempre que se justifiquen.
ANTONIO CASTRO, UN PRIVILEGIADO ENTRE LOS PRIVILEGIADOS
Estos ingresos son lo mínimo estipulado para un diputado raso. Los portavoces de los grupos políticos y los miembros de la Mesa del Parlamento reciben dietas más elevadas. Castro Cordobez, de Coalición Canaria, es quien se lleva la palma. El presidente del Parlamento tiene unos ingresos brutos anuales de unos 80.000 euros, de los que 30.208 no están sujetos a la reducción del 5% aprobada el pasado año. Recientemente, se conocía que, a pesar de estar tan bien remunerados por su trabajo, ni Antonio Castro ni el resto de miembros de la Mesa se encargan siquiera de escribir los discursos que pronuncian. Esta labor, y otros servicios de “asesoramiento especializado” para la Presidencia, la realiza la empresa privada PanGar Sociedad Limitada. Con un coste adicional para el erario público de otros 28.000 euros.
IPHONES, IPADS, BLACKBERRYS Y SEGUROS ESPECIALES PAGADOS POR EL PARLAMENTO
Cada uno de los diputados del Parlamento canario de esta legislatura recibió también al asumir su cargo un iPhone 4 con tarifa plana. Los 60 parlamentarios del mandato anterior se llevaron una Blackberry y un portátil Toshiba, que posteriormente se quedaron para su disfrute personal, incluso en los casos en que dejaron de ser parlamentarios. Sus “señorías” cuentan, asimismo, con un Ipad, un seguro sanitario privado cuyas coberturas se han negado a desvelar, un seguro de vida pagado con recursos del Parlamento y otro de incapacidad permanente.