Buscar
lunes, 16 de diciembre de 2024 09:30h.

La Guardia Civil rastrea las llamadas del ´kamikaze´ para ver si hubo apuesta

Los vecinos de San Isidro, sorprendidos de que Daniel Bermúdez causara el accidente mortal. 

11949503_514325905391686_2945994986986300242_n

Daniel Millet -

La Guardia Civil ha descartado que el conductor kamikaze que circuló en sentido contrario el sábado en la autopista del Sur, Daniel Bermúdez Guadalupe, de 39 años, actuara por equivocación. Las pesquisas continúan abiertas pero una de las hipótesis es que se trataba de algún tipo de apuesta, para lo que se están investigando las últimas llamadas y whatsapps del conductor kamikaze, informaron fuentes de la Guardia Civil, una teoría adelantada ayer por la opinión de tenerife.

El accidente ocurrió el sábado a las 07:44 horas en la autopista TF-1 en sentido sur, a la altura de la incorporación desde la TF-4, dentro del término municipal de la capital. Daniel Bermúdez, natural de Santa Cruz y residente en San Isidro (municipio de Granadilla de Abona), iba al volante de un Audi TT en dirección contraria cuando se llevó por delante a un Citroen C3 que se incorporaba desde la TF-4, conducido por Wenceslao Velázquez, de 61 años. Ambos fallecieron en el acto.

Los vecinos de Daniel Bermúdez no salían ayer de su asombro al enterarse de que había sido él el culpable de trágico accidente en la autopista. Residía en la urbanización Los Cardones, en el chalet adosado del número 16 de la calle Miguel Hernández. Uno de ellos detalló a este diario que apenas usaba el Audi TT y que solía acudir a su trabajo -comercial de una empresa de aluminios con sede en el Polígono Industrial de Granadilla de Abona- en un vehículo de la empresa. Sus desplazamientos particulares los hacía en un cuatro por cuatro también de su propiedad. 

Estudiante del colegio San Fernando de Santa Cruz, se fue al Sur por motivos laborales. Se había divorciado y tenía una hija, que ahora tiene 15 años y que estudia fuera de la Isla. Había iniciado una nueva relación con una joven, con la que convivía, y que el sábado pidió ayuda a los vecinos para localizar a su familia, pues la Guardia Civil la estaba buscando. Según confesó a algunos residentes de la urbanización Los Cardones, habló con él por teléfono unos 45 minutos antes del choque, sobre las 7:00 de la mañana, y no notó ningún comportamiento inusual. 

Un hombre "normal"

Sus vecinos lo describieron ayer como un hombre "normal", que "hacía deporte" y que, como el conductor al que mató, le gustaba la pesca. Solía ir a Puerto Colón para salir a pescar en embarcaciones. Tenía un tren de vida "relativamente alto". El sábado se metió en dirección contraria en la TF-1, provocó dos choques menores, sorteó a los vehículos, picó hasta luces, pero terminó estrellándose contra el Citroën de Wenceslao Velázquez presuntamente por una apuesta o desafío.