La historia de Carmen Dolores González y su cueva guanche se desmorona por si sola
En su cuenta de Facebook, cada día que pasa evidencia que el anuncio del hallazgo podría ser fruto de su imaginación.
La palmera Carmen Dolores González Francisco, afincada en la isla de Tenerife, levantaba un importante revuelo al asegurar en la conocida Red Social Facebook, que había descubierto una gran cueva que albergaba más de ochocientas momias guanches (primitivos habitantes de las islas canarias), junto con multitud de utensilios; entre los que figuraban según ella, lajas y, en especial, pieles escritas que cuentan la historia del pueblo aborigen y que además dan las indicaciones para acceder a otras cuevas similares, tanto en la isla tinerfeña como en el resto de las islas.
Este anuncio y sus posteriores publicaciones sobre el supuesto hallazgo, generó que comenzasen a interesarse y a seguir sus “narraciones” un numero bastante importante de usuarios en la Red, en la que, “Dora la exploradora” como la califican muchos, desvela “por entregas” lo que según ella le cuenta las pieles.
No cabe duda que la imaginación de este “singular” personaje es “digno de estudio” pues es capaz de afirmar sin despeinarse que ha dado con "el hallazgo del Santo Grial de los guanches", el descubrimiento que "cambiará la historia de Canarias" y que dará trascendencia mundial al Archipiélago, entre otras frases tan pretenciosas como las señaladas.
“Meses ha que”, la “dueña de la cueva” viene dando la paliza con su hallazgo, un hecho al que casi a diario suma otros capítulos que por su entidad evidencian que su poder de imaginar no tiene límites, hasta tal punto llega el delirio de esta persona que ya habla de más descubrimientos de cuevas, momias, cangrejos gigantes e inclusive un supuesto lenguaje de los guanches del que se atreve a regalarnos algunas palabras y su significado, claro que según ella, esto también está escrito en “las pieles”. Entre las más “curiosas” para muestra este botón:
Adiós = Ashulupa
Hola = Aupel
Hasta luego = Shautouni
Buscar agua = Tola guacholak
Hace mucho calor = Shulamuch
Está lloviendo = Shuchinach
Hace frio = Afinachi
Ayuda = Shuvalank
Subir a la montaña = Suntan montant
Voy a tener un niño = Boutunati
Voy a ser padre = Boupadreti
A muerto un hermano nuestro = Ameneriti manoroti
Ante la incredulidad de muchos y las “tragaderas” de otros tantos, el ínclito ya personaje de las islas, ha logrado convencer según ella, a veinticinco personas para que sean quienes ayuden a los profesionales e investigadores que dice tener respaldándola para dar a conocer su hallazgo y reescribir la historia de Canarias.
Pero como toda historia que comienza despertando interés, hay que alimentarla para que así continúe siendo publicando o desvelando pruebas fehacientes que puedan sostener la veracidad de la misma, y en este caso, la supuesta descubridora no ha dado indicios creíbles de que tales momias, cangrejos, pieles o utensilios varios, existan no sólo en su “febricitante” imaginación.
Al no aportar durante este tiempo, pruebas tangibles que demuestren que su historia no es producto de su cabeza, su cuenta o muro de Facebook, otrora más concurrido, ha ido perdiendo fuelle y adeptos con cada publicación cada vez más rocambolesca y que no están por la labor de tragar con las “ruedas de molino” de Carmen Dolores.
Para terminar de momento con esta presunta paranoia, hay quienes de los que han abandonado el seguimiento de esta peculiar “Indiana Jones” canaria, se preguntan que se esconde realmente detrás de todo esto y cual es el verdadero objetivo que persigue. Unos afirman que se trata de una enferma y otros vaticinan que podría tratarse de una presunta secta.
Sea lo que fuere, el desenlace de esta historia esta más cercano cada día que pasa si la “autora” cumple con lo que afirma, y es que al parecer el, 20 de noviembre del año en curso, tendrá lugar una rueda de prensa en la isla de Lanzarote en la que desvelará por fin, “una mentira que ha estado escondida al mundo”. Veremos a ver si a la "Dora la exploradora" local no se le acaba cayendo la mochila y se descubre que no había más que invenciones.