No hay justicia para Morgan
Defensores, organizaciones y expertos en orcas han librado una larga y enardecida batalla para liberar a Morgan, una orca actualmente cautiva en el Loro Parque, en la isla de Tenerife.
Ayer, una sentencia del Consejo de Estado holandés hizo más difícil todavía lograr la libertad para esta desesperada orca, que una vez nadaba libre y que ahora realiza espectáculos para la multitud.
Morgan fue hallada desnutrida y semi-encallada en el Mar de Wadden. Después de ser enviada al delfinario en Harderwijk, fue trasladada al Loro Parque a finales de 2011 con la autorización del Ministro de Asuntos Exteriores holandés. El gobierno holandés manifestó que era la mejor opción para Morgan y que no había ninguna alternativa viable tal como su liberación.
Poco después de la llegada de Morgan al Loro Parque, ya estaba realizando piruetas para los visitantes que pagan su entrada al parque. La industria del cautiverio demostró una vez más que la cautividad no tiene nada que ver con la educación, la conservación ni, con toda seguridad, con los animales - es una cuestión de beneficios, simple y llanamente.
Los acuarios y parques marinos se aferran a un entramado de mentiras, y los tentáculos de los principales protagonistas se extiende por todo el mundo. Las otras orcas en el Loro Parque son propiedad de Sea World.
Morgan fue transportada al Loro Parque vía ULS Cargo Airlines, una compañía que ha transportado delfines capturados en Taiji. Vemos de nuevo la relación en todo el mundo entre el cautiverio y la brutal masacre de delfines en Taiji, Japón.
Ayer, tras años de procedimientos judiciales, el tribunal holandés dictaminó que el traslado de Morgan al Loro Parque había sido legal y que la liberación no es una "solución satisfactoria" porque su manada no ha sido localizada, citando que estas orcas pertenecen a una "estricta estructura social.” Puede que sea cierto pero en este momento Morgan está viviendo en una falsa manada en el Loro Parque, con otras orcas cautivas que repetidamente se han mostrado agresivas y han herido a Morgan. No es la familia natural de ninguna de estas orcas. El tribunal declaró que no tiene jurisdicción para pronunciarse sobre la cuestión del cuidado de Morgan en el Loro Parque o los incidentes entre ella y las demás orcas, sino únicamente sobre el permiso expedido para el transporte de Morgan al Loro Parque.
Por ahora Morgan sigue prisionera, como tantas otras orcas cuyos mundos han quedado reducidos a desoladas piscinas. Como hembra capturada de su estado salvaje, Morgan tiene mucho valor lucrativo y será obligada a llenar los bolsillos de la industria del cautiverio en los programas de reproducción. De la cala de Taiji a SeaWorld, de Loro Parque a los acuarios y parques marinos de todo el mundo, la industria del cautivero no se detendrá ante nada en su lucha para que el dinero no deje de fluir a través de los tornos de las entradas a sus instalaciones.