Nueva Canarias aspira a presentar candidatos en 70 municipios
El partido liderado por Román Rodríguez cierra alianzas con nueve formaciones locales
Haridian Mederos/ laopinióndetenerife.es.- La marca de Nueva Canarias (NC) se consolida cada vez más en el Archipiélago. El partido liderado por Román Rodríguez cierra acuerdos con diferentes formaciones locales con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Esta fuerza política, que nació en marzo de 2005 y cuya trayectoria ha ido in crescendo, aspira a presentar candidaturas en el 80% de los ayuntamientos -entre 65 y 70 de los 88 consistorios que hay en las Islas-, en los siete cabildos y al Parlamento en cada Isla.
NC aboga por la estrategia de las alianzas. Esta semana firmó su tercer acuerdo de colaboración político y electoral con un partido de Tenerife, Alternativa por Güímar (AxG), que se suma al oficializado en mayo con XTF-Por Tenerife y al suscrito en julio con Alternativa Democrática de Santa Úrsula. En Gran Canaria perdura el entendimiento con el Bloque Nacionalista Rural en Gáldar, Roque Aguayro en Agüimes, Alternativa Ciudadana por Agaete, Alternativa por San Mateo, Compromiso por Firgas y Asamblea de Barrios en Valsequillo.
Además de mantener un proceso de diálogo abierto con otras "fuerzas políticas, grupos y personas" en todas las Islas, si bien en El Hierro ven más complicado conformar una candidatura al Legislativo.
Nueva Canarias se halla inmersa en la articulación de candidaturas locales, insulares y a la Cámara regional, donde confía en lograr entre seis y siete diputados. Hoy ocupan dos escaños en el Parlamento, con Rodríguez y Pedro Justo, en el Grupo Mixto junto con el Partido de Independientes de Lanzarote.
Tenerife es el gran desafío de la implantación territorial de NC. Aquí la organización pretende atraer a entre diez y doce agrupaciones locales hasta final de año y con la intención de poder presentarse a entre quince y veinte municipios en los próximos comicios.
En Gran Canaria el objetivo es formular listas en 20 de los 21 municipios –quedaría fuera Tejeda–, todos los de Lanzarote y Fuerteventura, ocho o nueve en La Palma y en La Gomera. En los próximos meses sellará pactos con fuerzas con las que negocia.
El principal reto de NC es "crear otras mayorías y romper el sistema impuesto de tres sillas" en relación a Coalición Canaria, PP y PSOE, alega el presidente de NC, Román Rodríguez, que precisa que "no se trata de absorber" a grupos locales, sino de "cooperar, sumar y crear un movimiento político flexible, donde lo sustancial sean las ideas".
Las reglas son las mismas en todos los acuerdos. Se respeta la identidad y soberanía de cada organización política, pero las dos partes firmantes se comprometen a encontrar puntos de confluencia y "dejando que cada parte aporte lo que le caracteriza". Todo ello dentro de un marco de compromiso por afianzar en el Archipiélago canario una fuerza nacionalista y progresista.
En el acercamiento, ambas organizaciones preservan su independencia organizativa y política. Cada partido continuará con su actividad política de manera autónoma, cooperando en las actividades comunes que se estimen oportunas. Cada una de las formaciones mantendrán sus logos y demás aspectos de su imagen pública.
Tanto NC como la agrupación local correspondiente podrán usar sus propias siglas sin limitación alguna. Comparten un decálogo básico de principios y algunos de los asuntos que determinan la columna vertebral del contrato son el mantenimiento de los servicios sociales básicos en vez de las políticas de recortes y la defensa de lo público. Asimismo, se creará un comité de enlace y seguimiento del acuerdo, formado por cuatro personas de cada partido firmante.
NC, con representación en todos los ámbitos de la administración, surgió de la unión de nacionalistas de izquierda tras la ruptura de Coalición Canaria en 2005. A partir de ahí iniciaron una andadura que les llevó a obtener 85.000 votos en 2011 y auguran llegar a los 120.000 en 2015.
En las últimas elecciones esta formación superó el 9,5% de los votos a nivel regional. Cada diputado de NC contó con 27.000 apoyos de media, frente a los 12.000 de un parlamentario del PP, por ejemplo. De ahí que su principal caballo de batalla son las barreras electorales, un elemento que tildan de "antidemocrático" por frenar la entrada de más fuerzas políticas en el Parlamento.