Podemos en el Cabildo de Tenerife renuncia en bloque al seguro sanitario privado que le ofrece la corporación
Entienden que “no es ético” que quienes ostentan un cargo público usen el dinero público para costearse privilegios como ese.
Podemos en el Cabildo de Tenerife ha formalizado vía registro su renuncia al seguro sanitario privado que paga esta corporación a sus cargos públicos. Para el grupo insular de Podemos, “es un escándalo que cualquier representante público use el dinero de la ciudadanía a la que supuestamente sirve para costearse privilegios sanitarios, máxime en una Isla con un servicio público de Sanidad tan precario y donde los hospitales públicos comarcales llevan décadas de retraso”.
El primero en renunciar a este seguro fue el consejero y activista pro Hospital Público del Sur Julio Concepción, que hizo pública su renuncia el pasado mes de julio. “Es vergonzoso que los consejeros y consejeras del Cabildo contemos con acceso a la sanidad privada a costa de los impuestos de la ciudadanía tinerfeña”, comenta al tiempo que tilda de “insultante” que “precisamente quienes construyen la mentira de los hospitales públicos del Sur y el Norte de Tenerife, por si fuera poco, luego pasen la factura de sus privilegios sanitarios a las víctimas de su mala gestión”. Concepción señala que le entró tal indignación al descubrir este “abuso”, que presentó su renuncia “de inmediato”, incluso antes de debatir con su grupo el posicionamiento conjunto hacia estos seguros.
Una vez abierto ese debate, el grupo ha acordado unánimemente seguir el ejemplo de su compañero “por solidaridad hacia nuestra ciudadanía, por respeto a la sanidad pública de calidad y por coherencia política, pues no nos parece justo que por el mero hecho de ser cargos públicos nos corresponda mejor servicio sanitario que al resto de habitantes de la Isla”.
El portavoz de Podemos, Fernando Sabaté, indica que con este gesto voluntario “queremos contribuir a la apertura de un debate colectivo sobre la ética de esos seguros privados” y hacer reflexionar además al resto de cargos públicos de esta y otras corporaciones sobre “lo perverso de transmitir desconfianza hacia los servicios públicos que gestionan”.
Y matiza que, aunque el Cabildo tiene competencias sociosanitarias pero no hospitalarias propiamente dichas, “igual que el presidente insular Carlos Alonso viaja a Madrid a obtener fondos para el cierre del anillo viario insular y para solucionar los atascos que sufre a diario porque en esta Isla aún no existen carreteras privadas para las élites, también debería viajar a Madrid y hasta Europa para pelear por fondos para los hospitales públicos pendientes en esta Isla”.
Por su parte, la consejera Mila Hormiga, enfermera de profesión, indica que “si quienes gestionan servicios básicos como el sanitario tuvieran que pasar por sus eternas listas de espera para especialistas, recibir atención médica en pasillos hospitalarios de urgencias y padecer la falta de personal, lograrían sentirse como nuestra ciudadanía y entender qué proyectos y mejoras deben perseguir”.
En cuanto al pago con fondos públicos de seguro médico para trabajadores de la Administración, una práctica muy extendida en territorios como el tinerfeño, el grupo Podemos aclara que “en el caso de los políticos, tenemos claro que se trata de un privilegio intolerable” pero en lo que respecta al personal público “independientemente de la conveniencia de abrir debate en torno a las medidas colectivas que deberíamos tomar para reforzar un servicio de sanidad pública de calidad, nuestro equipo de Podemos no está cuestionando en estos momentos la existencia de un seguro privado para el personal del Cabildo al ser conscientes de que el mismo se puede considerar una contraprestación recibida a cambio de la reducción laboral o de otros sacrificios realizados por las y los trabajadores para no seguir destruyendo empleo en el Cabildo y garantizar el funcionamiento de los servicios públicos insulares”.