Visitar Risco Caído es participar en una experiencia casi mágica
El presidente inaugura las IV Jornadas Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de Gran Canaria’. Los expertos desconocen cómo los aborígenes construyeron un sistema tan preciso para hacer seguimiento al tiempo
Para los expertos es un misterio cómo los aborígenes grancanarios fueron capaces de excavar una cueva con una bóveda tan perfecta con la tecnología sencilla y rudimentaria que tenían a su alcance y lograr la entrada del sol y la luna para hacer un preciso seguimiento del tiempo, exclamó hoy el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, durante inauguración de las IV edición de las Jornadas ‘Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de Gran Canaria’ que tienen lugar en la Casa de Colón.
Morales, que compartió la sesión de apertura con Sergio Ortega, representante de la Subdirección General de Protección de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, la jefa de servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno canario, Ana Hernández, y el inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo grancanario, José de León, señaló en su intervención que “cuando uno visita Risco Caído tiene la impresión de estar participando de algo especial, de una experiencia casi mágica”, por lo que invitó a la ciudadanía a aprovechar el programa de visitas puesto en marcha por el Cabildo de Gran Canaria para conocer esta herencia de los antepasados grancanarios.
Asimismo, mostró su asombro porque es “muchísimo más de lo que cabría esperar de lo que hasta hace poco fue un alpendre”, y sin duda Risco Caído “merece ser Patrimonio Mundial”.
A Morales le resulta intrigante que los diseñadores de aquella bóveda trabajaran con absoluta precisión, tal “como lo harían los arquitectos e ingenieros de nuestros días, para que, solo en ciertos momentos del año, la luz pase por allí y se proyecte sobre la pared de enfrente bañando una serie de grabados con la finalidad de hacer un seguimiento del tiempo y elaborar un calendario preciso”.
Antonio Morales advirtió que “Gran Canaria es el territorio con más grabados de este tipo en todo el mundo, que tienen que ver con la fertilidad siempre presente en nuestra cultura, con lo que uno se asombra aún más”, añadió.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria dejó claro que la Corporación que preside seguirá garantizando la conservación del mencionado enclave arqueológico, su investigación y su difusión, “para poder conocer más de la arquitectura en la época de los antiguos canarios, la astronomía cultural, las manifestaciones rupestres, la alimentación, los cultos y expresiones religiosas, así como el mundo funerario”.
Según Morales, es imprescindible que la estrategia del Cabildo para que Risco Caído sea declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, debe seguir un sentido “de abajo hacia arriba, desde la asunción de las administraciones más cercanas y de la ciudadanía. Desde la participación ciudadana”, matizó. Además, hizo hincapié en los valores añadidos de este enclave, ya que puede “generar atractivos económicos sostenibles ligados al paisaje, al patrimonio cultural, a los usos y actividades tradicionales, los celajes de nuestras cumbres que ofrecen posibilidades enormes para el turismo de las estrellas”, dijo.
A continuación, Sergio Ortega, ofreció en su conferencia una visión general de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1973, haciendo hincapié en algunos conceptos básicos para entender la Convención, su espíritu y directrices operativas básicas. Luego procedió a delimitar el caso de los paisajes culturales, sus problemáticas y desafíos en la actualidad para, a través de ese amplio marco, entender mejor el caso específico de Risco Caído como propuesta de paisaje cultural asociativo.
Cerró la primera sesión de trabajo José de León, quien destacó en su alocución que “hace apenas tres años Risco Caído era un conjunto de cuevas artificiales, abandonado y prácticamente desconocido para la ciencia. La decidida apuesta del Cabildo ha logrado el difícil objetivo de colocar el centro de Gran Canaria en el punto de mira de la ciencia y del mundo de la cultura internacional y, paralelamente, desarrollar un ambicioso plan de recuperación, estabilidad, estudio y puesta en valor de los yacimientos para que Canarias y Gran Canaria sean, dentro de unos años, un referente de las culturas mundiales”.
En este objetivo, “la inclusión de estos parajes en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial, realizada a finales de 2015, es un gran paso”.