¡No más sexo en el barro, Lucía!
Ricardo F. Colmenero | Formentera.-Julio Medem metió a Paz Vega en la laguna de barro del islote de s'Espalmador para rodar una escena de 'Lucía y el sexo' y ahora a su mito no hay quien lo saque.
El Govern balear ya no sabe qué hacer: Ha acotado la laguna y ha puesto señales, pero cada día decenas de turistas exaltados no dudan en saltarse el cordón para meterse en un lodazal de pozas malolientes con sustancias en estado de putrefacción. La mayoría desconoce que se enfrenta a multas que pueden alcanzar los 1.000 euros si son sorprendidos por la Guardia Civil.
En muchas web, la mayoría de reclamos turísticos, incluso se publicita la falsa creencia, ya anterior al filme de Medem, de que estos barros tienen propiedades beneficiosas para la piel y la circulación de la sangre; e incluso se han elaborado falsos informes médicos que lo sostienen.
Sin embargo, sus cualidades no sólo no están demostradas dermatológicamente, sino que la gran presencia de coliformes, bacterias que residen en los intestinos de los seres vivos, delatan el verdadero contenido de los míticos barros.
La mayoría de vecinos de Formentera mira para otro lado conscientes de la promoción que supone para la isla. Eso sí, ellos ni se acercan, ya que saben que hace años los antiguos residentes de la única vivienda del islote no dudaban en arrojar a la laguna los cadáveres de las ovejas y las cabras que fallecían bajo su cuidado.
Pero las circunstancias no se están aliando con la dirección del Parque Natural de Ses Salines, en el que se ubica la conflictiva zona. En 2009 el primer anuncio de Estrella Damm en Baleares eligió la isla de Formentera y no pudo evitar poner a sus tres protagonistas a untarse en barro al ritmo de Summercat, de Billie the Vision & the Dancers. Sin embargo, aunque todos piensan que lo hicieron en s'Espalmador lo cierto es que se untaron en los lodos de Es Caló, mucho menos populares, y sin enfrentarse a problemas legales ni de salud de los actores.
Cada año decenas de famosos están siendo y han sido fotografiados por los paparazzi tomándose los famosos lodos, entre ellos nada menos que el príncipe Guillermo de Inglaterra, provocando un efecto llamada palpable en las redes sociales, plagadas de simpatizantes del barro colgando sus fotos embadurnados.
El problema ha ido a mayores no sólo porque los baños pueden ser perjudiciales para la salud, sino también por la necesidad de proteger y conservar uno de los lugares más visitados de la pitiusa menor.
Según informan desde el Parque Natural se trata de una laguna con unas características singulares, idóneo para el descanso, la reproducción y la nidificación de aves acuáticas que son muy sensibles a los cambios y efectos que provoca la presencia humana. Al parecer los dichosos baños han provocado que las aves que llegan a la zona se hayan visto obligadas a desplazarse a otros lugares para evitar las molestias que les ocasiona esta gran afluencia de visitantes.
El precio de molestar el entorno de los pájaros ya lo ha sabido de su propio bolsillo el modelo Mark Vanderloo, multado el pasado mes de marzo con 2.000 euros por la Conselleria balear de Medio Ambiente por montarse en s'Espalmador su boda con la modelo Robin Van der Meer.
Los modelos, muy poco modélicos, infringieron los artículos 51a y 51h de la Ley para la conservación de los espacios de relevancia ambiental (LECO) por producir "daños significativos al medio natural".