¿Tiene Belén Esteban los días contados?
El día tenía que llegar... muchos espectadores veían que esto –tarde o temprano– sucedería en algún momento, a pesar de que si hay alguien capaz de resurgir de sus cenizas, como el Ave Fénix, es ella. Hablamos de Belén Esteban.
No obstante, en esta ocasión parece diferente. Esteban no tiene a todo el mundo de su parte, e incluso el público que tanto la adoraba empieza a estar cansado de ella, de sus idas y venidas con Fran, de sus ademanes de "princesa del pueblo", e incluso de su capacidad de volar sin alas. En una de sus últimas apariciones, el representante de la Esteban, el recién casado Toño Sanchís, aseguró que su representada había pedido ya ayuda psicológica, y que iba a tomarse una temporada libre para mejorar una autoestima dañada por la necesidad constante de exclusivas y share.
Nuevo capítulo de su culebrón o no, lo cierto es que gran parte de los colaboradores del que ella misma llama "su programa" la rechazan, y es que Belén Esteban ha pasado por alto que la fama cuesta. Mientras parte de sus compañeros de trabajo tiene una carrera a sus espaldas y una experiencia que se remonta a años atrás, ella llegó de golpe y porrazo (como muchos otros y otras) a un mundo que le abrió las puertas y le dio un "nombre", el de la ex de Jesulín.
Su entorno laboral, cansado del favoritismo hacia la reina de las audiencias, y tras varias supuestas traiciones, ha conseguido en las últimas semanas hacer creer a la gente –o demostrar– que no es oro todo lo que reluce y que tras esa cara (cambiante) se encuentra una persona egoísta y malhumorada que ha hecho de su propia vida un reality, en el que la intimidad ha quedado lejos de lo que cualquier persona normal tiene y donde su mundo de ficción televisiva ha consumido su mundo real. No hay que olvidar que la televisión es solo eso en ocasiones, un escaparate... y si no sabes manejarlo y se te va de las manos puede ser demasiado tarde para conseguir dejarlo todo atrás.