Ave España, campeones de Europa
España ha inscrito su nombre con letras de oro en la historia del fútbol. La selección dirigida por Vicente del Bosque ha realizado una hazaña desconocida hasta el momento, tras superar a Italia (4-0) en la final de la Eurocopa y adjudicarse su tercer trofeo internacional de manera consecutiva. Dos Eurocopas (2008-2012) y un Mundial (2010) contemplan al conjunto español más reluciente. Con la posesión como bandera, La Roja ha reforzado una filosofía ganadora que le ha llevado a firmar un registro inédito hasta el momento. Tan solo la potente República Federal Alemana estuvo a punto de lograrlo en 1976, tras hacerse con la Euro de 1972 y el Mundial de 1974, si no fuera porque Panenka se cruzó por el camino. Eso no le ocurrió al equipo de Del Bosque, que descabalgó a Italia en la final.
Ni siquiera se enmarca esta gesta sin igual en un entorno épico, sobre todo porque España pareció despachar al rival sin apuro alguno. Curioso porque la selección jugó con el mismo equipo que en el inicio del torneo, cuando la selección Azurra le empató (1-1), e incluso le llegó a desfigurar en el primer acto.
Con Cesc enfrascado entre los defensas, una posición que resume la nueva vuelta de tuerca de Del Bosque, España se movió alrededor de las notas de Iniesta y de Xavi, intérpretes destacados en una noche de partitura complicada. Pronto conectarían las tres cabezas pensantes para que una cuarta, la de Silva, conectase con precisión un centro desde la banda a la red. Incómoda Italia, con Balotelli desconectado y Cassano lejos de su imaginación, el equipo de Prandelli pululaba alrededor del balón sin capacidad para cambiarle la dirección a una riada que se les venía encima.
Como un torrente se movió Jordi Alba por la banda izquierda para rematar a una despellejada Italia con un remate cruzado ante Buffon. Era el culmen perfecto para el defensa, pieza sin recambio en todo el torneo y principal descubrimiento de cara al futuro.
El infortunio, sin embargo, se cebó con Italia, que se quedó con uno menos porque Prandelli realizó los tres cambios antes de tiempo y se lesionó Motta. Con más espacios y con el rival agotado, salieron Torres y Mata para redondear la noche, para firmar dos goles tras dos pases interiores. 4-0, España mantiene el cetro y lo hace a lo grande.