PROTESTA CONTRA EL FALLO PAROT

La AVT reúne a miles de personas que abuchean a los dirigentes del PP

La AVT reúne a miles de personas que abuchean a los dirigentes del PP

Los dirigentes del PP fueron increpados por algunos de los asistentes al grito de "traidores"

CARLOS E. CUÉ Madrid .-No había empezado la manifestación, y ya se veía que iba a ser una mañana complicada para Javier Arenas, Esteban González Pons y Carlos Floriano.

Los tres vicesecretarios del PP salieron a la puerta de la sede, en la calle Génova, y enseguida notaron la tensión. Manifestantes que les miraban desafiantes al pasar por la sede para ir a Colón, algunos que les gritaban, y un señor que directamente se les acercó para decirles: “No engañéis a la gente, a esta manifestación venimos también a protestar contra vosotros, porque habéis cumplido la sentencia de Estrasburgo, nos habéis engañado”.


La asociación convocante de la protesta, la AVT, calculó que había reunido en la madrileña plaza de Colón a 200.000 personas y se autoproclamó "el último dique de contención de la dignidad democrática en España". "Que no se arruguen ni se pongan de perfil", fue una de las pocas referencias que la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, hizo al "Estado". "Hemos renunciado a cualquier tipo de venganza por confianza en el Estado de derecho y solo pedimos al Estado una cosa, justicia, completa y con mayúsculas", añadió.

Lo que más temía el PP, esto es, que la manifestación se convirtiera en una marcha contra el Ejecutivo, estaba cerca de ocurrir. En los corrillos alrededor de la sede popular, a pocos metros de los dirigentes, la gente estaba cada vez más tensa, se empezaban a soltar insultos por las dudas que tuvo el PP antes de decidir respaldar la manifestación. “Ya no hay patriotas”, resumía un señor muy aplaudido en su entorno.

Arenas, Pons y Floriano decidieron entrar en la sede huyendo de la tensión. Y desde allí, en vez de bajar andando como habían hecho otros dirigentes, la seguridad les condujo con coches oficiales hasta el lugar de la protesta. Pero allí, a la entrada, estaba esperándoles un nutrido grupo de jóvenes para gritarles. Pitidos, insultos, abucheos y gritos de “traidores”; “cobardes” y “¿dónde está Rajoy?” recibieron a los tres dirigentes, mientras algunos militantes trataban de apagarlos con sus aplausos. Las caras de tensión de los tres eran evidentes.


Los que les gritaban se identificaban como votantes del PP. “Queremos una derecha de verdad, nos os hemos votado para esto, sois unos cobardes, traidores, sois igual que el PSOE”, les gritaban varias señoras. La organización del acto estaba muy pensada para evitar esa imagen. Ninguno de los dirigentes del PP subió al estrado, al contrario de lo que pasaba en las manifestaciones de víctimas cuando el PP estaba en la oposición, una de las cuales, en 2007, acabó con un gran discurso de Rajoy que hizo gritar a toda la plaza de Colón un sonoro “¡Viva España!”.

Esta vez el PP apoyaba y animaba a acudir, pero ningún dirigente se subió a la tribuna. De haberlo hecho, habría recibido sin duda un sonoro abucheo como el que sufrieron a su llegada a la plaza Arenas, Pons, Floriano o el vasco Iñaki Oyarzábal, un dirigente que, como la mayoría de la cúpula, ha enterrado a 20 compañeros del partido, ha sufrido el embate de ETA y llevó escolta desde joven pero hoy ha tenido que escuchar a decenas de personas que le llamaban “cobarde” y “traidor”.

La tensión crecía por momentos, los discursos de las víctimas eran interrumpidos por gritos aislados de “¡Rajoy, traidor!” y los organizadores tuvieron que pedir en varias ocasiones calma y respeto para que la protesta no derivara. También había pancartas con “Rajoy traidor” e insultos más graves.

“Rajoy, marioneta, te va a votar la ETA”, gritaban.

Entre los manifestantes se vieron claramente esos dos PP que conviven en este momento con muchas dificultades. Mientras la cúpula, fiel a Rajoy, recibía abucheos y gritos, no mayoritarios pero sí muy numerosos, Esperanza Aguirre era aplaudida.

Lo peor, con todo, se vivió cuando acabó la protesta. Arenas, Pons y Floriano se dirigieron escoltados hacia sus coches oficiales. Y en el trayecto recibieron una catarata de insultos e incluso algún conato de empujón que los escoltas impidieron. Los gritos eran cada vez más insistentes, y los tres se metieron con caras de circunstancias en sus coches oficiales, que salieron de allí a toda velocidad mientras algunos ciudadanos intentaban rodearlos y seguían gritándoles.

"El PP siempre ha estado con las víctimas"


Argumentario que el PP ha colgado en su web cuando se estaba desarrollando la protesta. /
Tras la concentración, el PP ha emitido un comunicado en el que asegura que el partido “ha estado y estará siempre con las víctimas del terrorismo”. Floriano, ha señalado que hay 829 razones para acompañar a las víctimas, “los 829 asesinatos que tiene ETA en su macabra historia”, mientras que Javier Arenas, ha mostrado igualmente su apoyo “con todas las consecuencias”. “Defendemos, por supuesto, el Estado de Derecho, pero defendemos la cercanía al dolor de las familias de los que han sido terriblemente asesinados por el terrorismo”, ha dicho.

A la convocatoria han acudido también Esteban González Pons, quien ha subrayado su confianza en “hoy toda Europa vea lo que a España le ha dolido esta sentencia del Tribunal de Estrasburgo”, mientras que Iñaki Oyarzabal, ha destacado. “Vamos a poder terminar de una manera total y definitiva con ETA y tenemos confianza en el Gobierno y en su política para acabar con los terroristas”.
Oyarzábal, muy acostumbrado a sufrir el acoso de los proetarras, decidió atravesar todo el barrio de Salamanca a pie sin apenas seguridad, hasta encontrarse con Arantza Quiroga, líder del PP vasco, que también recibió abucheos. Oyarzábal, especialmente atacado desde medios conservadores, recibía a cada paso insultos y gritos de todo tipo, especialmente de señoras y señores mayores. Él saludaba a quienes le aplaudían y mantenía en todo momento la compostura.

Pero los dirigentes del PP que acudieron al acto vivieron en primera persona uno de los días más difíciles para este partido y para el Gobierno desde que Mariano Rajoy llegó a La Moncloa.

La sintonía con una parte importante de su electorado parece haberse roto. Los dirigentes se preguntaban al final de la marcha si había valido la pena acudir a una protesta en la que fueron recibidos de esta manera, algo que nunca había sucedido hasta ahora. La mayoría concluía que era mejor acudir y aguantar esta presión que no hacerlo, lo que habría supuesto una ruptura definitiva con la AVT.

Todos destacaban además que el discurso de Ángeles Pedraza había evitado los ataques directos al Gobierno. Tanto desde el Ejecutivo como desde el partido se han mantenido muchos contactos con ella esta semana para que suavizara el tono y evitara el choque con el Gobierno. Además, se ha logrado el gran objetivo del PP, que Francisco José Alcaraz, expresidente de la AVT, con el que tantas veces se manifestó Rajoy, no subiera a la tribuna y no marcara el discurso, ya que él tiene una posición muy crítica con el presidente. También ese objetivo se logró.

Esto es, el PP logró minimizar los daños en la presentación pública del acto, en lo que se vio por televisión. Pero en directo, en la calle, entre los manifestantes, la manifestación se le fue de las manos a la dirección en varias ocasiones, y los miembros de su cúpula difícilmente olvidarán el mal rato que pasaron en la plaza de Colón.