El Congreso se convierte en un búnker ante la protesta que llama a rodearlo
Hasta 1.300 policías y barricadas de vallas protegen el edificio. Los diputados estarán reunidos en pleno cuando discurra la manifestación. Los convocantes dicen que llegarán hasta el control policial sin pasar de ahí
Álvaro Carvajal | Madrid.-El Congreso es hoy un fortín custodiado por policías y parapetado por vallas. Hasta 1.300 antidisturbios están movilizados para aislar la Cámara de la protesta que a partir de las 18.00 horas espera concentrar a miles de personas al otro lado del perímetro de seguridad mientras los diputados están reunidos en pleno. La convocatoria llama a rodear pacíficamente la zona para "rescatar" la democracia del "secuestro" de los políticos y conseguir la disolución de las Cortes para elaborar una nueva Constitución.
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha autorizado la manifestación a cierta distancia del Congreso ya que la ley prohíbe expresamente que haya movilizaciones a las puertas cuando los parlamentarios están reunidos. Con ese artículo 494 del Código Penal en la mano, Cifuentes ha advertido de que cualquier intento de superar el perímetro se topará con la Policía, que "va a actuar en consecuencia para que se cumpla la legalidad". Un intento de romper el perímetro podría ser considerado como un delito de contra las instituciones del Estado, por el que ya están imputadas ocho personas por la convocatoria, aunque la defensa ha alegado la autorización de la marcha para levantar esa acusación.
Artículo 494 del Código Penal
"Incurrirán en la pena de prisión de seis meses a un año o multa de doce a veinticuatro meses los que promuevan, dirijan o presidan manifestaciones u otra clase de reuniones ante las sedes del Congreso de los Diputados, del Senado o de una Asamblea Legislativa de Comunidad Autónoma, cuando estén reunidos, alterando su normal funcionamiento".
Los convocantes -la Coordinadora 25-S y la Plataforma ¡En pie!- han subrayado que se trata de una protesta pacífica que "no pretende ni entrar en el Congreso ni interrumpir por la fuerza". Así, subrayan su intención de llevar la "resistencia no violenta" hasta el perímetro policial, sin pasar de ahí. Sin embargo, las autoridades desconfían y han cerrado a cal y canto los aledaños, en un blindaje disuasorio para evitar cualquier amago o intentona de acercar la protesta más allá y que tendría una repercusión mediática internacional inmediata.
A diferencia de otras manifestaciones contra los recortes y las consecuencias sociales de la crisis, la convocatoria del 25-S se centra directamente en los políticos, a quienes se acusa de tener "secuestrada la democracia". Por ello, exige en primer lugar "la dimisión de este Gobierno" y, después, el inicio de un proceso para elaborar una nueva Constitución.
El PP compara con el 23-F
Estos objetivos han provocado el rechazo de los principales partidos políticos aunque con matices importantes y polémicos. El PP comparó la protesta con el golpe de Estado del 23-F. "La última vez que se rodeó Congreso fue por el intento de golpe de Estado por unas personas que querían taparnos la boca a todos los españoles que habíamos elegido libremente a nuestros representantes y querían ocupar la casa que es de todos", dijo ayer la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien se preguntó "por qué hay que tratarlos de manera distinta si lo que pretenden es ocupar la casa de la soberanía nacional".
El PSOE señaló que el PP "se equivoca" con las comparaciones golpistas y recordó a Cospedal que los militares "entraron con pistola". En todo caso, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, subrayó que "quien se manifieste debe hacerlo dentro de la ley", pero ha dicho que comparar la protesta con intentos golpistas no le parece adecuado.
Para quienes trabajan en el Congreso, hoy no será un día normal. A las estrictas medidas de seguridad habituales hoy se añadirán otras extraordinarias. Por eso, la Secretaría General del Congreso ha avisado a los diputados y al personal que vayan correctamente identificados para acceder a sus instalaciones.
La actividad parlamentaria de este 25 de septiembre se centra durante la mañana en diferentes comisiones y, a las 11.00 horas, hay Junta de Portavoces, con los representantes de todos los grupos, que hablarán después en rueda de prensa.
Ya por la tarde, a partir de las 16.00 horas los 350 diputados están llamados a pleno. Mientras estén reunidos, a unos cientos de metros estarán los manifestantes. A la hora de abandonar el Congreso, a eso de las 21.30 horas, no se esperan mayores problemas porque la Policía tendrá preparado un salvoconducto para la salida de los vehículos en el caso de que los manifestantes continúen rodeando los alrededores. El presidente del Congreso, Jesús Posada, expresó ayer su confianza en que se pueda trabajar con "normalidad" y recordó el Parlamento es "inviolable", así como sus deliberaciones.
Horarios autorizados
Los convocantes informaron hace unos días de que la Delegación del Gobierno ha autorizado los diferentes actos de protesta tras la petición de "un ciudadano particular" identificado con las siglas "R.O.G.R.", algo que según sostienen se ha hecho en contra de su criterio. Por tanto, la protesta se articula en dos zonas: Sol y Neptuno-Cibeles, a cada lado del Congreso, tal y como se pretende, rodeándolo.
A las 12.00 horas comienzan las concentraciones en otros dos puntos distintos, Plaza de España y Paseo del Prado (a la altura de Atocha), con una comida prevista a las 14.00 horas y, después, "asambleas populares".
Las marchas arrancarán a las 17.30 horas. Quienes partan de Plaza de España caminarán por la Gran Vía, Callao y Preciados hasta alcanzar la Puerta del Sol. Quienes lo hagan desde el Paseo del Prado subirán la calle en dirección a la Plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno) y con la posibilidad de llegar hasta Cibeles. Los manifestantes de esta segunda marcha tendrán a la vista el edificio del Congreso, aunque separados por un robusto cordón policial y una nutrida barricada de vallas.
Los convocantes han difundido a través de Internet una serie de directrices a los manifestantes. La mayoría de estos consejos se centran en la resistencia pasiva con escenarios y tácticas ante una hipotética actuación de la Policía.
En este manual práctico, se recomienda a los manifestantes sentarse en el suelo o ponerse de rodillas con las manos en la nuca si están rodeados por los policías y conseguir una "imagen bomba", en alusión a los medios de comunicación. También hay consejos para evitar una dispersión, así como información sobre asuntos legales y datos útiles sobre abogados en caso de detención.
Hay quienes plantean burlar el cerco policial con el artículo 29 de la Constitución que permite presentar propuestas ante la Comisión de Peticiones del Congreso. En declaraciones a Efe, el presidente, Gabino Puche, ha dicho que el órgano atenderá todas las que se cursen debidamente, aunque tiene reservas sobre las que lleguen hoy porque parecen parte de un "montaje" para "colapsar" el registro de la Cámara.