Esta noche se adelantan los relojes para entrar en el horario de verano
Este fin de semana finaliza el horario de invierno y tendremos que cambiar nuestros relojes para adaptarnos al de verano. La madrugada del domingo 25 a las 2:00 de la mañana serán las 3, por lo que tendremos que sumar una hora a nuestros relojes.
El cambio de hora permite sacar un mayor partido a la luz natural y es una medida de ahorro energético que fue aprobada por todos los Estados miembro de la Unión Europea. Estará en vigor durante los próximos siete meses, hasta que finalmente se vuelva a cambiar el último domingo de octubre para recuperar el horario de invierno.
Permitirá un ahorro de unos 250 millones de euros en gasto energético en los hogares, según la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum), ya que el consumo de iluminación se reduce, concretamente, en un 9,8%. Por lo tanto, se está evitando una emisión de entre 890.000 y 1.068.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Dormir una hora menos y cambiar el ritmo horario que tenemos establecido pasa factura a unos más que a otros, por eso la Sociedad Española de Neurología (SEN) ofrece varios consejos para llevar el cambio de forma saludable. Recomiendan que se adelantes las rutinas de alimentación unos 15 minutos durante los días previos, así como evitar siestas diurnas para conciliar el sueño mejor la noche del sábado. Los trastornos leves que se pueden sufrir son normales y corresponden a la falta de sueño y al cambio en la rutina habitual, lo normal es que se necesiten entre uno y cinco días para "ajustar el reloj biológico a la nueva situación", afirmó Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología.
Recuerda que se pueden sufrir pequeños desajustes biológicos, especialmente en personas mayores o con trastornos de sueño o neurológicos como cefaleas o epilepsia pueden verse más perjudicados. Los ciudadanos jóvenes y sanos pueden experimentar sensación de cansancio, somnolencia, cierta desorientación o aturdimiento, falta de concentración y de energía y dificultad para dormir durante los días posteriores al cambio horario, explican los neurólogos.