Denuncian el robo de armas y munición en un Puesto de la Guardia Civil
Los ladrones han podido acceder tranquilamente al Puesto este fin de semana para llevarse cinco armas cortas y munición, porque, además de que esta instalación no cuenta con habitantes, carece de las mínimas medidas de seguridad.
Los problemas de falta de medios y de personal que viene arrastrando la Guardia Civil desde el comienzo de la crisis no sólo no están mejorando, sino que empeoran día a día, como hemos denunciado de manera reiterada desde AEGC. Lo ocurrido este fin de semana en el Puesto granadino De Láchar nos viene a dar la razón: un cuartel en mal estado que ha llevado a los componentes a buscarse una vivienda fuera.
Esto le ha convertido un cuartel fantasma: solo abre hasta las 14 horas a diario y los fines de semana cierra a cal y canto. Esta circunstancia la han aprovechado los ladrones para acceder al Puesto este fin de semana para llevarse cinco armas cortas y munición, porque además de esta instalación no solo no cuenta con habitantes, sino que carece de la mínima medida de seguridad, por lo que los delincuentes lo han tenido todo a su favor.
Para AEGC lo ocurrido en el Puesto De Láchar es un claro reflejo del Estado de la Guardia Civil y de la calidad de la seguridad que está dando a la ciudadanía del ámbito rural: deficiente y dependiente de la profesionalidad de unos hombres y mujeres que cada día tratan de paliar la falta de personal y de medios multiplicándose.
Un problema que sólo podrá solucionarse, a nuestro juicio, de dos formas: o se amplía la plantilla de la Guardia Civil recuperando y aumentando los números perdidos durante la crisis o se toma la decisión de re-unificar Puestos y por tanto de afrontar una redistribución. Y esta debe ser una decisión que no puede seguir dilatándose en el tiempo.
Pero, además, para AEGC es urgente que se tomen ya una serie de medidas como es poner instalar medidas de seguridad no sólo en el Puesto De Láchar sino en todos los que hay en la demarcación de la Guardia Civil que no son pocos. Y en segundo lugar dotar los cuarteles de armeros individuales, que, somos conscientes en este caso no hubieran evitado el robo, pero si ofrecen seguridad a los agentes que en la mayoría de los casos tienen que tener su arma reglamentaria en casa con menores.