El Cabildo aclara a Trujillo que la inversión en carreteras supone un "importante sacrificio" para la administración insular.

La institución niega que intente acaparar protagonismo con los fondos que aportan otras administraciones

El Cabildo de La Gomera apunta que la inversión de fondos propios de 1,2 millones dirigida a la rehabilitación de las carreteras afectadas por el incendio de 2012 supone "un importante sacrificio" para una institución modesta como es la insular. El Estado por su parte, tal y como se ha informado desde un primer momento, aporta otro tanto.
 
En concreto, desde que la información salió publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el ocho de agosto pasado, desde el Cabildo se ha informado sobre el proceso de adjudicación no sólo ese día sino también el 21 de agosto y 3 de septiembre. Estas informaciones han sido reproducidas por los digitales insulares y los medios de comunicación escritos regionales. En todas ellas se ha mencionado siempre al Gobierno central como cofinanciador de la actuación.
 
Los fondos estatales entran en una partida genérica destinada a paliar los efectos del fuego en el ámbito de toda España. De hecho, se recuerda que comparados con el resto de lugares beneficiados, la inversión de La Gomera es mínima. Desde el Cabildo se indica que no es comparable el esfuerzo inversor del Gobierno central, con el de una institución que cuenta con un presupuesto de 37 millones de euros.
 
Por lo tanto, se informa que la rehabilitación de estas vías "no es un privilegio" sino "una necesidad". Desde la institución insular se recuerda que el Cabildo no tiene capacidad tributaria propia y que sus fondos son limitados. Con ellos, además, la Isla tiene que ostentar competencias como el mantenimiento de las carreteras, lo que se hace de forma "eficiente" y "modélica".
 
Las afirmaciones desde el Partido Popular (PP) en la Isla atribuyendo al Estado el esfuerzo inversor en estas vías, implicaría que también deberán asumir la responsabilidad en los enormes recortes que se han llevado a cabo en estos años en materias como Sanidad o Servicios Sociales.

Desde el Cabildo se recuerda que en estos momentos se está negociando con el Gobierno canario para que también participe en la recuperación de las carreteras. El Cabildo ratifica que nunca se ha intentado monopolizar la inversión que llega de otras administraciones, sino que desde un principio en este caso se dejó claro que las obras eran cofinanciadas con el Gobierno central y así aparecido siempre recogido en las notas emitidas desde el Gabinete de Prensa.
 
Fue en el mes de septiembre de 2012 cuando se publicó el Real Decreto en que se aprobaban medidas urgentes para paliar los daños producidos por el incendio. Las carreteras se sitúan en enclaves con un elevado valor paisajístico, y son muy transitadas, tanto por vehículos como por peatones, sobretodo senderistas que es uno de los tipos de turistas que más predominan en La Gomera. La actuación más costosa es la restauración y adecuación del Camino Vecinal CV-17. Capa de rodadura Tajoras-Arure con un presupuesto de 1,8 millones. En el caso de esta vía se incluye aparte otra partida de 224.000 euros para la reposición de la señalización horizontal y vertical. El plazo de ejecución será de seis meses.
 
El cruce de Pajaritos-Arure recibe una inversión de 224.000 euros para una vía que tiene un alto valor paisajístico, ya que a lo largo de su recorrido existen varios miradores en los que se detienen los visitantes para apreciar los parajes naturales. El plazo para finalizar los trabajos es de cuatro meses. En el caso del camino vecinal de Las Hayas la inversión está cuantificada en algo más de 346.500 euros para una vía que es la más utilizada para llegar a Valle Gran Rey, principal foco turístico de la Isla. El plazo de finalización se fija en cuatro meses. Por último, las instituciones invertirán 65.000 euros en la carretera de la Zona de Los Roques, también muy frecuentada por turistas y residentes dadas las vistas que desde aquí se pueden disfrutar. El proyecto cuenta con un plazo de ejecución de tres meses.