Canarias En Portada desempolva el caso de la “Secta de El Cabrito” en La Gomera
La “pequeña pantalla” del ente televisivo público de Canarias, emitirá próximamente la Segunda Temporada de programa de investigación “En Portada”; un espacio que ya recogió en su Primera Edición los testimonios de testigos y protagonistas, sobre diversos sucesos que fueron noticia en década de los 50-60 del siglo pasado.
En esta nueva temporada, el Programa continúa en su línea de investigación que pretende, mediante las aportaciones de quienes conocieron o vivieron los hechos en primera persona, arrojar algo de luz sobre ciertos sucesos que en su momento causaron un gran impacto social.
Es el caso de la “Secta de El Cabrito”, en La Gomera; una especie de “Comuna Hippie” y fundada por el conocido pintor Otto Muehl ; un artista proveniente del Accionismo Vienés, un movimiento de vanguardia que causó la indignación por sus imágenes gráficas de sangre y de violencia.
En los años 70, fundó en Viena la comuna Friedrichshof, que atrajo a 600 residentes y que fue considerada una especie de secta autoritaria. A partir de 1988, la comuna tuvo otra sede en La Gomera, en una antigua plantación de plátanos llamada El Cabrito. Estaban huyendo del peligro nuclear de Chernóbil. Posiblemente también querían escapar de las críticas de algunos vieneses sobre la organización, a la que consideraban una secta radical y destructiva. Gracias al apoyo del gobierno austriaco lograron establecerse en Canarias.
Tras lograr el visto bueno del gobierno español la comuna procedió a comprar unos terrenos en la zona conocida como El Cabrito. Este es un bello paraje costero a medio camino entre San Sebastián de La Gomera y Playa Santiago. En la actualidad en la zona hay un hotel, perfecto para escapar de la civilización.
Las voces más críticas con la comuna pronto empiezan a dar a conocer la realidad escribiendo cartas al gobierno y medios de comunicación vieneses y españoles. Tanto Muehl como su mujer favorecen el “amor libre” con niñas menores de edad. Era común que el artista tuviera relaciones sexuales con chicas de no más de 15 años de edad, hijas de los miembros de la comunidad. Incluso llegó a tener hijos con algunos de ellas. También sale a la luz que, como si de una secta se tratase, Muehl estaba sacando un buen rédito económico de la comuna. Logró amasar una verdadera fortuna solicitando dinero a sus seguidores.
Pronto las atrocidades de la comuna salen a la luz. Otto Muehl fue detenido por el gobierno español y extraditado a su país natal, Austria, a comienzos de los años 90. Ahí fue condenado a seis años de prisión acusado de pederastia. Su nombre también se vio manchado por sus actos (por no decir atrocidades). La comuna fue disuelta por completo y algunos de sus miembros aceptaron que se habían realizado verdaderas salvajadas tanto en Austria como en La Gomera.
Muehl murió en el año 2003. Hoy en día es recordado como un artista provocador, pero también como un monstruo sexual que, a causa de llevar al extremo la libertad sexual, cometió verdaderas barbaridades en nombre del arte.
Después de la condena, El Cabrito, se reconvirtió en un próspero negocio y a través de un entramado mercantil pasó a llamarse Lili Gomera S.A. La comuna quedó convertida en una finca de turismo rural. Para acceder a la misma solo es posible hacerlo por mar.