Cruz Roja organiza las segundas Jornadas de participación ciudadana en el pueblo de Arure, en Valle Gran Rey

Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto de dinamización comunitaria en entornos rurales a través de un modelo no tradicional de voluntariado, que la Organización está desarrollando en varios pueblos de España, 4 de ellos en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, para ayudar a recuperar el espíritu vecinal en las zonas despobladas.
 

Mañana sábado, 06 de julio, Cruz Roja organiza las segundas Jornadas de participación ciudadana “ARURE EN ACCIÓN”, en el barrio de Arure, en el municipio de Valle Gran Rey, isla de La Gomera.

 

Las Jornadas transcurrirán desde las 11:00 hasta las 18:00 horas, siendo el punto de encuentro la Plaza de Arure, donde se realizarán diversos talleres, como confección del ramo de Arure y conocimiento y uso de las chácaras y tambores, para trabajar y recordar las tradiciones de esta tierra, se ofrecerá información sobre el proyecto de acción comunitaria que se está llevando a cabo por segundo año consecutivo en Arure, y se facilitará un espacio de convivencia para los vecinos y vecinas y la comunidad. Para finalizar se ofrecerá un almuerzo compartido con lo que cada asistente aporte.

 

Esta iniciativa se enmarca dentro de un proyecto de dinamización comunitaria en entornos rurales a través de un modelo no tradicional de voluntariado, subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 dentro de la partida del IRPF estatal para ‘Otros fines de interés social’, y que Cruz Roja está poniendo en marcha en diferentes pueblos de España de las provincia de Santa Cruz de Tenerife (Arure, Puntallana, El Ortigal y Arafo), Albacete, Ávila, Cuenca y Zaragoza,  para ayudar a recuperar el espíritu vecinal en las zonas despobladas.

 

Además, a estas Jornadas asistirán también los y las participantes del proyecto de Puntallana (La Palma) y Arafo (Tenerife) para reforzar, dado que no es una cuestión de un solo pueblo, sino que están todos interrelacionados.

 

El papel de Cruz Roja pasa por ayudar a que el proyecto camine para, después, dejarlo andar solo. Ese espíritu también se plasma en el voluntariado, que no lidera el proyecto, sino que ayuda a construir relaciones estables con el entorno, dinamizando y fomentando el trabajo en red y la participación equilibrada e igualitaria de todas las personas y agentes sociales que forman parte de él.

 

Así, la propia comunidad resuelve sus necesidades, propone actividades, y soluciona problemas que les afectan directamente con sus propios recursos y sin necesidad de esperar a las instituciones; el éxito del proyecto residirá en que dentro de 10 años sigan existiendo estos grupos de personas que hagan de motor y dinamizadoras de su localidad, y continúen hacia adelante.