Desde el Ayuntamiento de Valle Gran Rey se plantea la necesidad de realizar un intenso trabajo que asegure la concreción de la actuación. Este trabajo debe incluir, además de la realización de un proyecto técnico acompañado de valoración de las obras a realizar para la adecuación del recinto a escoger, un proyecto de viabilidad económica sobre la gestión del Centro de Interpretación así como la realización de un proyecto interpretativo en coherencia con la estrategia establecida en la Carta Europea de Turismo Sostenible, de la que ambas Instituciones son entidades colaboradoras.

La primera propuesta de ubicación es el Mirador El Palmarejo, por lo que además de lo señalado, se hace necesaria la autorización del Patronato de Espacios Naturales Protegidos y de la Fundación César Manrique de la actuación a diseñar.

Desde la Corporación Municipal se estudia la posibilidad de que este Centro Interpretativo no tenga como único elemento el lagarto gigante, sino que lo plantea desde un punto de vista más integral que permita que la instalación sea un Centro de Interpretación del Parque Rural de Valle Gran Rey, y donde además de esta especie se exponga información sobre los paredones, sobre la cultura del agua y sobre otros aspectos que permitan una interpretación sistémica de los recursos que este Espacio Natural encierra.

En todo caso, y pese al interés de concreción de ambas instituciones, quedan aspectos que resolver como la utilización de ejemplares vivos o el beneficio real que tendrán las empresas turísticas del municipio con la apertura y puesta en funcionamiento de este tipo de instalación.

Desde el Ayuntamiento se considera imprescindible, en caso de que la instalación plantee la exposición de ejemplares vivos, la realización de informes técnicos independientes (emitidos, por ejemplo, por la Sociedad Española de Herpetología o del Departamento de Zoología de la Universidad de La Laguna) sobre la viabilidad de la ubicación y utilización de ejemplares vivos como parte de la instalación, máxime cuando esta actuación no se recoge en el Plan de Recuperación del Lagarto Gigante aprobado en el Decreto 146/2006, de 24 de octubre, y cuando existen acciones de prioridad alta propuestas en el Plan que no se han ejecutado aún.

Igualmente, la Corporación municipal plantea la conveniencia de realizar distintas reuniones donde puedan participar colectivos y entidades interesadas en colaborar para la mejora en los planteamientos y el diseño que una instalación de estas características debe encerrar.