Gracias Lorca.. Gracias Familia Arteaga...gracias compañeras
Sentir la emoción de volver a ser niña y vivir esos nervios propios de un estreno delante de tantos ojos curiosos, escrutadores, expectantes...Esperar a que se rompiera el silencio de la sala al abrir el telón...como hacíamos cuando de niñas, ensayábamos teatro y cantábamos o creábamos espectáculos improvisados en los bancos de La Barriada de San Sebastián y que, muchas veces, llevamos al antiguo Cine Álvaro. Lo sentimos el sábado por la noche, todas quienes nerviosas e ilusionadas ante el estreno de una obra maravillosa e universal como “La Casa de Bernarda Alba”, pudimos llevarla a escena en el Auditorio Insular.
Ese ambiente mágico que se creó a las que tuvimos la suerte de interpretar el drama más hermoso que sobre las mujeres de España se ha hecho jamás, nunca lo podré olvidar...porque descubrí a Lorca con dieciséis años y ya siempre se quedó en un rincón de mi alma.
Gracias Carmen y Diosma, por haber pensado en mí para vuestra Angustias, y por darme la oportunidad de juntarnos a la Familia Arteaga, devotas del teatro y fieles en el duro y difícil camino de hacer teatro en un lugar que, muchas veces, no sabe apreciar la bondad de este arte y la difícil empresa que supone poderlo finalmente representar, casi sin poder contar con un lugar para poder desarrollar algo tan fundamental para este arte como son los ensayos. Gracias por contar con nosotras, y hablo en nombre de mis otras compañeras que, sin ellas saberlo para darles la sorpresa con este escrito, y sin formar parte de vuestra familia, ya nos sentimos parte de ellas.
Gracias a Dami, a Tere, a Cristina, a María Jesús, a Carmen (hija), a Charo, a Mary, a Lolita, a Cristina (madre) y a Mila porque sois fantásticas, y porque hemos dejado a las mujeres que Lorca creó en un hermoso lugar.
Y gracias, pueblo de San Sebastián, por responder llenando un patio de butacas que, muchas veces, se aburre de soledad al ver representarse obras que pasan por ellas sin pena ni gloria.
Diosma, jamás olvidaremos tu Bernarda, ni La Poncia de Damiana... ya ellas, juntos con sus hijas, su criada y sus vecinas están colocadas en el infinito plantel de mujeres que han hecho que no se olvide jamás las mujeres que Lorca nunca quiso que hubiera existido....