Todos, o al menos los que peinamos alguna cana, recordaremos aquellas mañanas en La Plaza del Valle Alto de Hermigua en la que, bajo las ordenes de doña Olivia, Cira, Isabelita y alguna más que ahora no recuerdo, un nutrido grupo de gente nos poníamos manos a la obra para elaborar las  alfombras del corpus christi. Eramos tantos que, a veces, mas que ayudar dábamos “la brasa” a las “artistas” que pacientemente plasmaban sobre los adoquines verdaderas obras de arte.

Poco a poco y con el paso del tiempo, en esa Plaza ya no se escuchan esos “alborotos”  de chiquillos jugando o las conversaciones sobre la cotidianidad que mantenían las vecinas mientras, a golpe de tierra, flores y otros elementos, las alfombras iban coloreando el grisáceo suelo de Santo Domingo. Mucho trabajo, sí, pero también, horas de encuentros, de charlas y planes para el año siguiente. Y de cafés.

Los tiempos y las personas hemos cambiado pero, por suerte aún, en la tarde de ayer sábado, 6 de junio; un grupo de personas volvían a dar cumplimiento a la tradición de la elaboración de los tapices que adornarán los aledaños de la Parroquia y que recibirá “el paseo” de la  Sagrada Forma.

Componentes de la Agrupación Folclórica Balcón de Liria, las catequistas y algunos más, intentaron mantener viva esta tradición en la que, tampoco faltaron los niños correteando y dando “la brasa”, aunque menos.

Esperemos que para el año que viene se repita el ritual.