El lado femenino de Medio Ambiente en La Gomera

De derecha a izquierda, Verónica Serrano, Ventura del Carmen Rodríguez, Patricia Robayna y Ana Esther Plasencia

El equipo de mujeres que lucha contra el fuego en La Gomera es reducido pero se deja notar en un mundo masculinizado

Pocas son las mujeres que trabajan en un frente como el área de Medio Ambiente de La Gomera desde el que muchas veces se tiene que luchar contra el fuego tanto físico como el de las desigualdades de género. Sin embargo, ellas permanecen unidas pero no porque perciban un ambiente especialmente machista sino por natural camaradería. En este reducido grupo nos encontramos, entre otras, con la ingeniera de montes, Verónica Serrano, la directora de Extinción, Patricia Robayna, la escucha Ana Esther Plasencia, la trabajadora en los retenes, Saira Raya y la propia consejera de Desarrollo del Territorio, Ventura del Carmen Rodríguez Herrera.
 
Todas ellas coinciden en que no es del todo fácil hacerse respetar en un mundo numéricamente dominado por los hombres. De hecho, apenas el 2% de las trabajadoras de este área son mujeres. Pero eso sí, creen que la mejor forma de ocupar puestos que tradicionalmente han desempeñado los hombres, es demostrar que son competentes.
 
La consejera indica que se trata de un sector “masculinizado en el que las mujeres nos vamos abriendo paso, no sólo en los puestos menos cualificados, sino también en los que realmente implican una toma de decisiones tanto a nivel técnico como político”. Rodríguez recuerda que ella es la primera mujer que se ha puesto en La Gomera al frente de áreas que tradicionalmente han sido competencias de los hombres como Desarrollo del Territorio, Agricultura, Ganadería y Pesca, lucha contra el fuego incluida.
 
“Hablamos de un área masculinizada porque entre el 80% y el 90% de los puestos de capataces, técnicos o responsables políticos siguen estando ocupados por hombres. Las mujeres tenemos que desarrollar un trabajo importante, sutil y a la vez demostrar un doble esfuerzo en la toma de decisiones para probar que valemos”. En cuanto al posible machismo, apunta la consejera que tal vez no sea tan perceptible en el trato diario porque muchas veces se esconde tras un soterrado paternalismo. “En alguna ocasión tienes que decir las cosas dos veces”, indica. La consejera señala que las mujeres, junto con los hombres, pueden aportar a la profesión sus capacidades y a este sector una visión más integral de los trabajos que se van a desarrollar. “Debemos animar a las mujeres a trabajar en lo que les guste indepedientemente de que sea un sector tradicionalmente ocupado por los hombres”, indica la Rodríguez.
 
Verónica Serrano nació en la localidad de Horche situada en Guadalajara y en la actualidad ostenta el cargo de directora del Centro Insular de Emergencias (CECOPIN). Señala que nunca ha tenido ninguna mala experiencia con los compañeros. “Creo que si eres una persona competente e intentas hacer bien tu trabajo la gente te respeta, por regla general”.
 
Indica Serrano, que en número de técnicos sí que existe bastante paridad en La Gomera. Pero otra cosa es el trabajo en retenes. “Se trata de una labor más física y por lo tanto los hombres tienen más resistencia, eso es indiscutible, pero no obstante hay algunas chicas muy bien preparadas físicamente capaces de realizar perfectamente su trabajo”.
 
Patricia Robayna comenzó a trabajar en las labores de extinción en la Isla de Tenerife. A continuación obtuvo el título de ingeniera técnico forestal y actualmente es directora de Extinción en La Gomera. En este tiempo indica que no ha percibido dificultades añadidas por ser mujer o por trabajar en un mundo numéricamente a favor del sector masculino.
 
Las cifras son elocuentes. Frente a casi un centenar de hombres que trabajan en el monte apenas hay dos mujeres. “Pero me parece que lo importante siempre es formar equipo”, indica. Señala Robayna que entre ellas siempre se apoyan mutuamente en todo lo posible y que hay muy buena conexión.
 
En el Centro Insular de Emergencias (CECOPIN), de los seis escuchas que se dedican a comunicarse por medio de las emisoras con el dispositivo que trabaja en el monte hay dos mujeres: una de ellas se llama Ana Esther Plasencia quien dice que no ve diferencias entre hombres y mujeres en su trabajo, ni ha percibido jamás rastro de machismo. Cree que la capacidad de las mujeres para dar órdenes es idéntica a las de los hombres. Tampoco percibe que exista una especial afinidad entre las mujeres, “porque la verdad es que aquí estamos todos igual de unidos”, indica.
 
Llamativo resulta el caso de Saira Raya Plasencia, la única mujer entre 29 hombres que trabaja en los retenes que luchan en primera línea contra el fuego. Su bautizo tuvo lugar en el incendio de 2012, una experiencia que califica de “terrible” pese a lo cual decidió seguir adelante en este puesto. Antes había trabajado en la hostelería y tras culminar diversos cursos decidió formar parte de los retenes. Considera que las mujeres pueden desempeñar perfectamente estas labores pese a requerir un importante esfuerzo físico. Asegura que nunca ha sentido ningún tipo de discriminación por ser la única mujer del grupo. De hecho la cuestión la zanja de manera muy clara: “todos somos compañeros y nos llevamos muy bien”.