LGSM tilda el mensaje navideño de Curbelo como "entre la broma macabra y el desafío al gomero"
Para nuestro presidente de finales del 2011 al fin de este 2012, no ha pasado nada reseñable a nivel medioambiental y social, digno de mencionar en su discurso navideño.
Quizás, ese repetir sea el preámbulo de que nada va a cambiar, de que nos espera un 2013 dónde aplicará la misma política medioambiental insular que tan dramáticas consecuencias a tenido para nuestro patrimonio.
O quizás, sabe él más que nadie que hay algo que nos ha afectado a todos los gomeros, y que pasaran décadas para que nos olvidemos de lo ocurrido durante el verano del 2012, pero como astuto político no desea dar pie al mínimo pensamiento que de origen a que los gomeros nos acordemos de que quizás por su incompetencia, como máximo responsable, el 11% del Parque Nacional de Garajonay, la casi totalidad del Paisaje Protegido de Orone y del Monumento Natural de La Fortaleza de Chipude, y un importante porcentaje del Parque Rural de Valle Gran Rey se calcinaron ante las llamas el pasado el verano, durante 83 agónicos días.
Quizás no quiere que el gomero recuerde que a día de hoy hay decenas de personas que no han pasado la Nochebuena en su vivienda, por que el incendio se las calcinó, otras que perdieron su modo de vida, o buena parte de su complemento de renta.
Ilusos nosotros, nos consta que esos vecinos que son de los más necesitados en la isla, después de cuatro meses sin recibir una llamada, no esperaban una palabra de esperanza y aliento desde el Cabildo Insular, pero sinceramente desde La Gomera Se Mueve esperábamos un gesto humano en estas fechas antes que una de sus estrategias políticas.
Para más inri, desde el Cabildo y en nombre de nuestro Presidente se envía a las viviendas de las familias gomeras (los que la tienen), una postal navideña que está entre la broma macabra y el desafío al gomero, una postal que parece más un burla a todos los gomeros que un deseo de paz y felicidad.
Destacar, que tiene unas palabras para los jóvenes de “su” isla, como la menciona literalmente y como él cree realmente que es. Esperamos que el año que llega, nos alumbre una isla cada vez más “nuestra” y “de todos” y cada vez menos “suya”.
Estimado presidente, con todo el respeto que usted nos merece y por el bien del medioambiente gomero haga como el 2012 y desaparezca con él.