Mato reclama activación del Fondo de Solidaridad para los daños del incendio de la Gomera
El eurodiputado canario del PP y presidente de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, Gabriel Mato, ha instado en la Eurocámara a que se haga efectiva la intervención del Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (FSUE) para hacer frente a los daños que ha sufrido La Gomera tras el incendio del pasado verano.
En su intervención ante el Pleno del Parlamento Europeo, Gabriel Mato defendió “la solidaridad de Europa con una parte muy pequeña pero muy importante de la Europa que nos une”, en referencia a La Gomera y sus habitantes.
Puntualizó que el Gobierno de España ya ha solicitado la intervención del mencionado Fondo de Solidaridad, pero Gabriel Mato subrayó la necesidad de que esa solicitud sea atendida con el fin de que, añadió, “entre todos ayudemos a La Gomera a salir adelante”.
Precisó que esta intervención resulta fundamental de cara a garantizar el futuro de la Isla e hizo hincapié en la responsabilidad que en ello tienen todos los integrantes de la Unión Europea.
Durante su intervención en la Eurocámara, Gabriel Mato recordó que el incendió que se declaró el pasado 4 de agosto y que no se dio por extinguido oficialmente hasta el pasado mes de septiembre, ha supuesto un importante varapalo para la Isla y su actividad, lo que obliga a que se tengan que materializar mecanismos que permitan hacer frente a una situación muy complicada.
En este sentido, precisó que el incendio no solo afectó al Parque Nacional de Garajonay, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1986, considerado uno de los emblemas de la Isla y que tiene un papel clave en su desarrollo económico y social, sino que el balance final del incendio ha puesto de relieve que el 11% de la superficie de la Isla se ha quemado.
Agregó que fruto de la situación que generó el incendio, se tuvo que proceder a la evacuación de 4.000 personas.
Todas estas pérdidas, añadió, se han cuantificado económicamente en casi 60 millones de euros, un montante que, precisó, resulta de “muy difícil reparación”.
En este sentido, recordó que los daños se han dejado ver tanto en el medio ambiente como en la economía de la Isla, al mismo tiempo que han alterado sensiblemente las condiciones de vida de los gomeros.
Por todo ello, insistió en que es necesario que desde las instancias comunitarias se dé el apoyo necesario para garantizar la recuperación de una Isla pequeña que por sus propias singularidades precisa todavía más la solidaridad de todos los miembros de la Unión Europea para poder garantizar su recuperación.
Zona Desfavorecida
Al respecto, recordó que las más de 3.900 hectáreas afectadas están situadas en una isla que está considerada Región Ultraperiférica y Zona Desfavorecida según el Derecho Comunitario. Por tanto, puntualizó, la dificultad de desarrollo de la isla, debido a los condicionantes de lejanía, insularidad, reducida superficie, relieve y clima adverso, y dependencia económica de un reducido número de productos, se ha visto seriamente agravada por el efecto del incendio forestal.
Explicó que el incendio ha atentado contra la riqueza y diversidad biológica de La Gomera y contra su patrimonio natural, que representa la principal fuente de ingresos de la isla.
En este sentido, señaló que la isla fue recientemente catalogada como Reserva de La Biosfera y alberga el Parque Nacional de Garajonay, que es Patrimonio Mundial Natural por la Unesco y uno de los tres espacios naturales de España incluidos en la restringida lista de lugares excepcionales del mundo desde el punto de vista natural, que conserva la muestra más extensa y mejor conservada de laurisilva y especies endémicas.
Mato añadió que el incendio ha puesto en riesgo la actividad turística de la isla, que representa el 31% de su Valor Añadido Bruto, lo que hace peligrar su estabilidad económica.
El eurodiputado apuntó que el incendio también ha afectado a los recursos hídricos, teniendo en cuanta que la mayor parte de ellos los proporciona el Parque de Garajonay, a lo que se suman también daños en viviendas, explotaciones agrícolas y ganaderas e infraestructuras insulares y municipales.
A todo esto, resaltó, se suma el riesgo significativo de desertificación del área afectada, con una alta posibilidad de que se produzca pérdida de la biodiversidad, actividad económica y deterioro de un paisaje rural considerado de alto valor.
Todo ello ha sido puesto de manifiesto, afirmó Mato, en la petición que el Gobierno de España ha efectuado a la UE.
Por todo ello, insistió en que es necesario que desde las instancias comunitarias se dé el apoyo necesario para garantizar la recuperación de una isla pequeña que por sus propias singularidades precisa todavía más la solidaridad de todos los miembros de la Unión Europea para poder restablecer cuanto antes las condiciones de vida normales de los ciudadanos, la reactivación de la actividad económica de las zonas siniestradas y la recuperación del medio natural.