Sí se puede La Gomera alerta de los asentamientos en el Sitio de Interés Científico Charco del Cieno
Se insta a las Administraciones Públicas de La Gomera para que tomen medidas ante la proliferación de asentamientos en este Espacio Natural Protegido que alberga uno de los pocos saladares naturales que quedan en Canarias, y que son muy escasos en las islas occidentales.
El Comité Local de Sí se puede en Valle Gran Rey expone que “tal y como viene siendo habitual en los últimos años se está permitiendo la instalación de asentamientos humanos en este Sitio de Interés Científico, llevando al espacio a una situación de abandono, suciedad y descuido, lo que es agravado por la desidia mostrada por parte de las autoridades locales que confirman una vez más que no hay control sobre los espacios naturales protegidos. También se dan estas circunstancias en la playa del Inglés, que está incluida dentro del Parque Rural de Valle Gran Rey”.
En opinión del Comité Local, “la presencia prolongada y recurrente de personas en este espacio genera un impacto que resta valor a su calidad ambiental, tanto desde el punto de vista de las especies de fauna y flora, como desde el punto de vista de salubridad y de estética ya que en estos sitios es patente la proliferación de residuos y malos olores, muestras de la degradación que sufre el territorio” señala su portavoz, Andrea Witt. Al final, esta circunstancia que en principio parece ser sólo de carácter ambiental, “provoca daños en la imagen turística que el municipio y la isla pretenden promocionar”.
Ya en abril del año pasado, la formación ecosocialista denunció públicamente la proliferación de asentamientos humanos en playas y espacios protegidos, y la consiguiente degradación de los valores ambientales y de salubridad de estos lugares, con una situación muy grave en los municipios de Valle Gran Rey (Charco del Cieno y Playa del Inglés), Vallehermoso (Barranco de Argaga y Playa de Las Arenas, dentro del Parque Rural de Valle Gran Rey) y San Sebastián (Playas del Medio).
“A pesar de esta denuncia y de las quejas continuas de los vecinos, de un tiempo a esta parte y año tras año se repite la misma imagen: casetas de campaña y otras estructuras que acompañadas de las actividades humanas consecuentes al asentamiento provocando daños al medio natural de este espacio, sin que parezca que ninguna de las Administraciones quiera o sea capaz de solucionar el problema” declara Witt.
Sí se puede La Gomera sigue exigiendo “soluciones inmediatas que pasen por la coordinación y la cooperación interadministrativa y por la asunción de las competencias que aseguren la protección y gestión de los valores naturales que los Espacios Protegidos de la isla requieren” y propone “la convocatoria urgente de una mesa de coordinación que aúne la participación de los Ayuntamientos de los municipios afectados, del Cabildo Insular –por ser la administración competente en la protección del medio ambiente y gestión y conservación de espacios naturales protegidos-, la Administración General del Estado en La Gomera, la Demarcación de Costas y la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias, con el fin de establecer las acciones que se deben tomar para solventar la situación generada”.
“Sabemos que es un problema que no sólo afecta a Valle Gran Rey, pero sí que este es el municipio con mayor incidencia del problema”. La portavoz de la formación considera muy grave que “por la ausencia de gestión y coordinación interadministrativa, estos espacios, especialmente los incluidos dentro de Red de Espacios Naturales Protegidos, se estén viendo dañados por la presencia de basuras, excrementos y plagas asociadas a la presencia humana.
Para Sí se puede La Gomera este hecho -y que se repita año tras año- demuestra que la gestión de los Espacios Naturales de la isla y de la Red Natura 2000 es muy deficiente o prácticamente inexistente por parte del Cabildo Insular. “Con esto se refuerza nuestra desconfianza y la de muchas personas de la isla con que se le entreguen las competencias del Parque Nacional a quienes no son capaces de gestionar ni proteger un espacio tan pequeño como el Charco del Cieno”, finaliza Andrea Witt.