Más de 400 personas, según la organización, – junto a la Cónsul de España en Venezuela y un Consejero en nombre de la Embajada, además del Presidente de la Fundación Garajonay y de la Asociación Gomera, como organizadoras de la fiesta-, se dieron cita en la sede del Hogar Canario Venezolano para rendir tributo a la Virgen de Guadalupe, patrona de La Gomera. Una jornada marcada por el fervor y las tradiciones del Archipiélago, que estuvieron presentes durante todos los actos.

La celebración comenzaba con la eucaristía, con una misa cantada por la rondalla del Hogar Canario, “Armonía”, en la que no faltó una ofrenda de productos típicos de la tierra en nombre de cada unos de los municipios de La Gomera y de Venezuela. A su término, la imagen de la Virgen de Guadalupe salía en procesión, al ritmo de las chácaras y los tambores, tal y como ocurre en su ermita de Puntallana, en San Sebastián de La Gomera.

Actuaciones musicales de diferentes rondallas con folclore canario, junto a una comida de hermandad con platos típicos de las Islas – como la garbanzada, las papas arrugadas, la carne de cerdo, el mojo y los dulces típicos- pusieron el broche de oro a una fiesta que se ha consolidado como uno de los eventos más importantes para la comunidad canaria (en especial, de los gomeros) de Venezuela.

El director general de Emigración del Gobierno de Canarias, Víctor Chinea, ejerció de pregonero de las fiestas, con un discurso repleto de alusiones al especial vínculo que une al Archipiélago con la conocida como “Octava Isla”. Chinea aseguró sentirse “orgulloso de poder compartir este día de alegría en una tierra que he seguido muy de cerca desde finales de los 90”.

En su pregón, Víctor Chinea tuvo un especial recuerdo hacia quienes en momentos difíciles, tuvieron que emigrar en barcos, haciendo hincapié en el “Telémaco” que ha cumplido el pasado mes de septiembre sesenta y cinco años de su llegada a Venezuela desde Valle Gran Rey, con ciento setenta y una personas abordo, de los que partieron, regresaron o se quedaron”.

Hueco también para recordar la historia de la aparición de la Morenita de Puntallana, para contar cómo se celebra su festividad en la isla colombina y, sobre todo, para recordar que, a pesar de la distancia, La Gomera y Venezuela están más unidas que nunca.