¡La vida, corre de prisa

y, este Digital te avisa,

que tropezamos la fiesta!

Viene el “DÍA DE CANARIAS”

y, también, de SAN FERNANDO.

¡El que fuera Rey de España

que, entre guerreras plegarias,

al altar, llegó, luchando!

Fernando, III, el santo,

de Castilla y de León.

¡Del musulmán fue el espanto

que, con los ojos en llanto,

nuestra tierra, abandonó!

¡Unidos en doble fecha,

de parranda y esplendor,

la Comunidad Gomera,

alegremente despierta,

inflamada de fervor!

¡Viva CANARIAS, señores,

estrella siempre encendida!

Rincón de belleza en flores,

con sus guanches y pastores,

en la heredad más querida!

Les tenemos que decir

de CANARIAS, su verdad.

¡El más íntimo sentir,

para hacernos revivir,

esta fecha singular!

¡Oigo vocablo a lo lejos,

con susurro de respiro!

¡Serán mis cosas de viejo

                                      que, encontrándome tan lejos,

                                     por Vallehermoso, suspiro!

Y, en esta rencilla de la memoria, tenemos que Felicitar, a cuantos lleven el nombre de Fernando, especialmente, sin dejar en el olvido a todos aquellos que un día pudimos íntimamente tratar, de familiarmente  conocer, en las doradas jornadas de nuestra distante mocedad y que ya, por desdicha, no se encuentran activos entre nosotros.

Como, inactivo, por lo menos hasta mediados de julio, permanecerá un servidor alejado de todos ustedes, debido a tener que desarrollar otras distintas actividades, fuera de la capital.

Las Islas Canarias, son todas ellas volcánicas, destacando como un símbolo de natural grandeza, dignidad geográfica y radiante hermosura.

Nuestro imponente Padre Teide, con sus 3.718 metros de vertiginosa altura, orgullo de todas las Islas, tantas y tantas veces cantado, encumbrado, alabado y entonado sin cesar en sentidas coplas, solemnes  himnos, sentimentales  malagueñas, jubilosas  isas o  divulgadas folías y, para el cual, en el día de nuestro Día, mi íntima buena amiga y mejor poetisa, María Mercedes Pérez Morales, gentilmente, me ha cedido la presente y hermosísima balada:

                                    “ Eres piropo en mis labios.

                                      Eres recuerdo en mi tiempo.

  Eres insomnio en mis noches

  y, amor, en mis sentimientos.

Sol, con todo su esplendor,

que mana en mis verdes valles.

Mar de aguas transparentes,

en mi tierra volcánica.

Oigo un murmullo a lo lejos,

un cantar de suave voz.

¡Una madre que al nieto duerme,

cantándole el “arro-rró”!

Yo, no tenía que decirte

que, es CANARIAS, mi verdad.

¿No ves que, cuando te canto,

mi voz se pone a temblar?

¡Dejemos a los que vienen,

disfrutar de este vergel

que, darles, quiero saber,

que no hay repetible imagen

que les de copia de llave,

porque sé que han de volver!

No hagamos un costumbismo,

del cotidiano mirar,

ni un poco más allá,

ni un poco más adentro.

¡Al decir cuánto yo siento,

el cuerpo se me estremece!

Mi amor, crece que crece

y, jamás se desvanece,

porque llevo bien adentro,

el cariño que merece.

Hoy, delante de mi mente,

florece la ansiada imagen.

Orgulloso bien me sale,

de las plantas de mi pies,

para así, dejarse ver,

de tan lejanos lugares

y, caminando el sendero,

siempre por mi, apetecible,

te noto, ahí, tan sublime,

elegante y altanero

que, al mirarte, yo compruebo,

que eres real en mis sueños.

¡Eres, TEIDE, celador de mi último suspiro,

de mi último contenido, de mis últimos sollozos!

                                    Cuando mi cuerpo, en reposo convertido,

                                    en mis cenizas recoja tu suave brisa,

                                    para abrazarme contigo,

                                    sin que tenga mucha prisa,

                                    en un alarido, gritaría,

                                    esta sencilla plegaria:

                                    ¡Por Dios! ¡Qué suerte la mía,

                                    haber nacido CANARIA!

 

¡Feliz jornada para todos!

Es un donoso acontecimiento para celebrarla por todo lo alto, para diferenciarnos del resto de España, justipreciando todas las cosas que tan estrechamente nos ensamblan con el amplio resto del territorio nacional.

Que, desde los refulgentes acantilados de los Órganos, hasta los Jameos y La Graciosa; desde Barlovento, hasta Gran Tarajal, transitando, por Jaragonay, el Teide, Roque Nublo, pueblos y Zonas, fragmentadas por el dilatado mar, lleguen nuestros más abiertos y amistosos

                       SALUDOS GOMEROS.