¿De qué color es la Verdad?

Mis muy estimados amigos lectores de “GOMERA ACTUALIDAD”: Alguien, con mucho acierto, cierta vez me dijo: La mentira es fecunda. Porque, al disfrazarse como verdad, se multiplica como MENTIRA.
No es una simple utopía ni mucho menos, una tonta exageración.En propias carnes, muchas veces, hemos palpado tal indagador testimonio.Una verdad como las puras sinceridades del partidario Rosendo Fragoso: Si no amamos la verdad, nos será completamente imposible el poder reconocerla.
El error y el odio semejan vida. Pero son muerte a la Verdad y al Amor.Y, todo este filosófico entrante de hoy, tiene su firme base y seguro fundamento en el hermoso y tierno diálogo que, mi buen amigo, Gerardo Martín, con la mayor generosidad, me ha cedido para que libremente, un servidor, disponga de todos los derechos editoriales, a misoberano arbitrio y voluntad.
Algo que, con sumo agrado, de inmediato,incorporo en nuestro difundido, “Gomeraactualidad.com”.
Resulta tristemente desconsolador y patético el que algunas personas, sientan un indolente odio y hostilidad, hacia el ser prójimo, de distinta raza y color.
De lo dicho, por desgracia, cada día se ve más y más en todas partes. Esta clase de aversión, suele conocerse como, “xenofobia”, cierto desdén, aborrecimiento, repulsión y encono, hacia unos seres venidos de otros lejanos lugares, muchos de ellos, nacidos entre nosotros, merced al cruce efectuado entre variadas sangres y raíces de diversas razas.
Los que, seguidamente les ofrezco, sucede entre un padre de color y la inocente “Negrita” de su hija:
- Papi,¿de qué color es la verdad?
-¿La verdad?
-¡Sí, la verdad! ¿De qué color es?
-Pues...verás...
.-¿No sabes que qué color es?
-Verás...Es que depende del color que la quieras pintar.
-¿Todos los colores sirven para la verdad, papi?
-¡Por supuesto, hija! Ya te he dicho que depende del color con que tú quieras pintar la verdad.
-O sea, es...como el arco iris.
¡Exacto! Yo no hubiese encontrado mejor definición! Puede ser una auténtica fiesta de color.
-¿Puede pintarse blanco, como el traje que le pusiste a mamá, cuando  se  fue al cielo?
-Sí, hija, el blanco es el color de la pureza, de la fe, de la vida, de la razón.
-¿Puede ser azul como el mar?
-¡Claro! ¡El azul es el color de la inocencia!
-¿Puede ser verde, como < Ruina>, mi iguana?
-Sí. El verde contiene la esperanza.
-¿Es gris como el cielo?
-El gris es lo justo, lo ecuánime.
-¿La verdad podrá pintarse de negro, como nosotros?
-¡Anda, hijita mía, se nos ha hecho tarde...¡Vámonos!