"In Memorian" Enrique Sánchez Méndez
Los metales se purifican y se forjan en el fuego. Los hombres en el dolor.
No busquemos los consuelos de Dios. ¡Busquemos al Dios de los consuelo!
¡Colindando la penetrante alborada, de este día 16 de Mayo, ENRIQUE SÁNCHEZ MÉNDEZ, a la existida edad de los 84 años, se nos ha marchado para siempre
Un primo hermano, fluyente corriente de sangre familiar, unidos por un íntimo vínculo insuperable, se ha despedido de este mundo, dejando tras el mismo, una radiante estela de íntegra caballerosidad, crecido amor paterno, calificado esposo, laborioso ente, amable, simpático, bastante notorio e intensamente acreditado individuo, por cuantos le trataron y tuvieron el favorable privilegio de llegar a conocerle.
Persona hondamente generosa y desprendida, en donde las haya, desde muy prematura edad, emprendió la arriesgada aventura del dorado sueño americano, rumbo a la prometida tierra de Venezuela, en la que se forjó, a base de abnegado trabajo, un brillante y proporcionado porvenir.
Poseedor de una privilegiada mente comercial, tuvo a su cargo diferentes prósperos negocios especiales, sacándoles a todos ellos unos bien ofrecidos puestos de trabajo a muchos de sus compatriotas, dando, con su total consagrada entrega, testimonial presencia de singular dedicación y denodado empeño.
Herreño de pura cepa, todo su magno afán era acudir a su querida isla, en cuanto le fuera posible y su delicado estado de salud, así, se lo permitiera.
Amante de disparejos deportes, vertía sus diligentes ánimos en el Club de sus apegos, Unión Deportiva Las Palmas, en La Lucha Canaria y, sobre todo, en el sabio manejo del dominó, magistral juego de salón y, en el cual, supo desplegar la increíble pericia de todo un consumado maestro sin rival.
Enamorado del campo, de sus apetitosos productos y espinosas labores, le hechizaba las tareas dedicadas al mismo, mimando con exagerado ardor sus contadas viñas, numerosas higueras, rebosantes manzanales y, ¡hasta espinosas tuneras, para, campante, orgulloso y magnánimo , repartir todos sus frutos entre los que él consideraba indiscutibles familiares, múltiples conocidos y excelentes camaradas.
¡Desde estas tan seguidas columnas digitales de “Gomeraactualidad.com”, deseamos hacer patente nuestra más profunda y sentida condolencia, por la llorada pérdida de un ser tan específicamente particular, al que, con toda seguridad, bastante echaremos de menos, incluyendo nuestro más honda condolencia a todos los miembros de la estirpe, SÁNCHEZ-ÁVILA, MÉNDEZ, dejándoles la firme constancia de que, hasta en el fondo del alma, sobremanera, lamentamos tan último y definitivo adiós!