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viernes, 15 de noviembre de 2024 12:37h.
Opiniones

Algunos de mis más distinguidos poetas

Esta no será esta la naciente, ni postrera vez, que en , glosemos el gran apego dominante existente entre los cuantiosos seguidores, residentes en nuestras queridas islas, quienes, desde hace ya algunas remotas épocas, mantienen y sienten con destacado empaque particular, por todo lo que se refiera a la desmedida afición hacia la idílica belleza de la POESÍA,

Esta no será esta la naciente, ni postrera vez, que en , glosemos el gran apego dominante existente entre los cuantiosos seguidores, residentes en nuestras queridas islas, quienes, desde hace ya algunas remotas épocas, mantienen y sienten con destacado empaque particular, por todo lo que se refiera a la desmedida afición hacia la idílica belleza de la POESÍA, exaltando y practicando sin ninguna clase de señuelos, sus idílicos contextos.

En EL Hierro, desde las decididas narrativas “MEDAS”, del gran GELASIO ARMAS MORALES, hasta las múltiples divulgadas de ANA HERNÁNDEZ MONTERO, a las bien conquistadas épicas de Don VALENTÍN PADRÓN ESPINOSA, GUMERSINDO PADRÓN PADRÓN, SIMÓN ACOSTA PADILLA, JUAN PEDRO CASTAÑEDA FEBLES, GREGORIO RODRÍGUEZ PADILLA, MANUEL MÉRIDA CEJAS, ÁLVARO PADRÓN HERNÁNDEZ, ALVARITA PADRÓN PADRÓN, INOCENCIA DURÁN CASAÑAS, FLORENCIA DÍAZ FEBLES, LONGINO MORALES PÉREZ, MARIANA AYALA CASAÑAS, JUANA PADRÓN AYALA, FLORA LILIA BARRERA ÁLAMO, MARÍA PADRÓN, FEDERICO PADRÓN PÉREZ, GUILLERMO PANIZO ARMAS, BERTA PADRÓN PADRÓN, GENOVEVA FEBLES, JORGE PADRÓN, FRANCISCO EXPÓSITO FERNÁNDEZ, FERNANDO MACHÍN AYALA, y JOSÉ AYALA ZAMORA, este último mi muy querido pariente, quien en vida fuera un axiomático Cronista de altos vuelos y, el cual, durante toda su laboriosa existencia, endiosó con brioso aliento y sentido orgullo, las ancestrales cosas del amado terruño, se nos fue eternamente, no sin haber dejado antes en algunas imperdonables conciencias, el infranqueable pecado o inmenso error de que en vida, ni después de su muerte, le hubiesen dedicado el merecido homenaje de la más bien conquistada gratitud y total reconocimiento.

A este valorado primo militar, dejando a parte esa tan renombrada falsa modestia tolerante, porque, también a él se lo debía, ya que en ningún tiempo supe agradecérselo debidamente, perduran en mi corazón, las llanas frases que una vez en Prensa me dedicara, señalándome como... “un simbólico poeta de corte hispanoamericano, trasladando a sus elegías una hechicera y deleitable cadencia de muy peculiar y característica composición”.

Muy pocos de los que hasta ahora aquí hemos sugerido, consiguieron trasladar a letras de imprenta sus inculcadas creatividades.

La mayoría obtuvieron que sus trovas circulasen a través de boca en boc y, sucedidos los años, hoy subsisten celosamente recopiladas en ambarinas libretas o escuetas hojas desimanadas, místicamente reservadas por sus descendientes guardianes, muchos de ellos, radicalmente inéditos por las vigentes estirpes, siendo una ingente lástima que las mismas, no sean capaces de facilitarlas para darlas a conocer públicamente.

PEDRO GARCÍA CABRERA, internacionalmente conocido por la rítmica genialidad de sus inconmensurables versos, impulsado por la sabia publicación de sus muy aplaudidas obras, supo dejarnos bien en alto el divulgado blasón gomero de la intelectualidad y del sobresaliente buen gusto.

Otros muchos de sus inspirados coterráneos, tal vez, habiendo habitados en las místicas sombras del más oscuro silencio, por sus perseverantes descendientes, sabemos, conocemos bien a fondo, de escondidas producciones literarias de enorme valía lingüística que, si tuvieran al fortuna de salir a luz pública, placenteramente, nos atraparían.

Tal ha ocurrido con mi preclaro y desaparecido buen compañero, MANUEL ESCUELA HERRERA, quién, habiendo visto su luz primera en el encantador pueblecito de Agulo, para ampliar su vocacional horizonte de una mejor existencia profesional, un buen día, emigrara a Venezuela, territorio y lugar en donde tuve la feliz oportunidad de haberle conocido y, amistosamente, tratado.

Vehemente apasionado por el factible uso la más sugestionada lírica, saturado de desmedida vena inspirativa, nos ha dejado un sin fin de fascinantes rimas, la mayoría de ellas, reflejadas en las lanzadas hojas del Diario , en las que dejara estampadas todas sus infiltradísimas creaciones, ya celebradas.

¡A buen seguro de que su inconsolable buena esposa y paisana nuestra, PURITA, así como sus afectuosas hijas y afligidos familiares, deberán de contar con bastantes obras inéditas suyas, merecedoras de que algún buen día, puedan llegar a plasmarse, con los mayores honores, en una anhelada y bien conquistada publicación!

No solamente, muchos de nosotros, somos fervientes seguidores de los artistas que son capaces des elaborar buenos versos, sino que también, sabemos disfrutar de una manera particular, escuchando a cualquier entendido rapsoda que, poniendo alma y pasión en la voz, sepa transferirnos los puros reconcomios del cualquier seleccionado bardo.

Porque, el INGENIO, viene a ser un impreciso encanto que en personas, en obras de de arte y aún, en organismos de la Naturaleza Física, halaga, enajena al más lánguido ánimo, infundiéndole una flexible y jubilosa complacencia.

Es toda una expresión primorosa de la BELLEZA por medio de la palabra, sujeta a una ya medida cadencia, de la que resulta el VERSO, con una fuerza de invención, con un fogoso arrebato de sorprendente conjuro extático, de abierta osadía y de exquisita sensibilidad que el pensamiento humano, de forma externa, libremente expresa.

Lo dicen, lo que ya tan sobradamente conocen, aquellos viejos refranes de marras:

“EL POETA NACE, NO SE HACE!

“DE POETAS Y DE LOCOS, TODOS TENEMOS UN POCO”

“EL DESDICHADO POETA, NO TIENE NI UNA PESETA!

Como quiera que aquí no hayamos venido a impartir ninguna clase de poesía, ni soy la persona más adecuada de ello para hacerlo, bueno será el que ya nos marchemos recortando nuestra hoy extensa crónica, alabando a cuantos hemos tenido la feliz oportunidad de nombrar y a todos esos muchos que, por olvido, involuntaria omisión e inocente desconocimiento, se hayan quedado ocultos en el mismo fondo del tintero.

Algún otro día, si nos lo permiten, volveremos a tratar sobre este propio asunto, ya que es mucho lo que a todos debería de interesarnos las sencillas y, hasta casi desconocidas biografías de estos dotados seres. ¡UNOS SERES QUE HA SABIDO PONER EN ALTO, DE MANIFIESTO, NUESTROS CUANTIOSOS Y VITALES VALORES INSULARES!

 

EN MI PUEBLO, TAN PEQUEÑO,

PORQUE, ASÍ, LO QUISO DIOS.

¡PERO, TODO BUEN GOMERO,

SUEÑA, CONQUE SEA EL PRIMERO,

QUE CONQUISTE AL CORAZÓN!