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lunes, 16 de diciembre de 2024 09:31h.
Opiniones

Dime quién eres y te diré qué cargo te doy.

Por Rubén Martínez Carmona.

Por Rubén Martínez Carmona.-La Gomera vuelve a singularizarse por sus especificidades: a un bosque con una de las laurisilvas mejores conservadas del mundo, a un folklore con una manifestación tan ancestral como el baile del tambor, a una más que ineficaz gestión de su territorio que propició un incendio cuyo negligente operativo por parte de los responsables políticos diezmó una parte importante de nuestra riqueza natural, ahora debemos sumar los procesos de selección del personal a trabajar en el Cabildo Insular

El caso que nos requiere es el proceso selectivo para la contratación temporal de un licenciado en Historia del Arte para la puesta en valor y funcionamiento del Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo Insular de La Gomera. Una serie de cuestiones llaman poderosamente la atención ante tan rimbombante título. Intentemos desvelarlas.

En primer lugar, es muy revelador el que se requiera para tal puesto la titulación específica en Historia del Arte. Curioso en tanto en cuanto las labores a realizar no están relacionadas con el Patrimonio Artístico, donde sí podría tener cabida la presencia de un especialista de la materia, sino con el Histórico y Cultural. De tal suerte licenciados o graduados en Historia, Antropología Cultural, Sociología, expertos con máster en Gestión del Patrimonio Histórico y Cultural, no podrían optar a dicha plaza a pesar de desarrollar en sus respectivos curriculum académicos la especialidad objeto de la presente convocatoria. Podríamos preguntarnos qué es lo que lleva a nuestra institución insular a requerir un licenciado en Historia del Arte para proponer proyectos de gestión del Museo Etnográfico, especialidad incluida en el currículo de Antropología o para el Museo Arqueológico disciplina con su propio grado o en su defecto incluido en la especialidad de Historia. Lo lógico, entendemos, es tener profesionales especializados en las materias que se han de gestionar o permitir que toda persona capacitada y formada, independientemente de su licenciatura, pueda optar para dicha plaza. Limitar este proceso a los especialistas en arte es una auténtica sandez.

Tampoco es fácil de entender, desde un punto de vista racional, cómo se pueden poner en valor y funcionamiento un Museo Histórico que no existe y una Biblioteca de la que solo tenemos el edificio. Habrá que crearlos primero, supongo.

Pero hilarante es que mediante esta convocatoria el propio Cabildo reconoce que tanto Monumentos Colombinos, Museo Arqueológico y Etnográfico han carecido de una gestión eficaz, siendo necesaria su puesta en valor y funcionamiento. Hilarante porque no hace mucho, en noviembre del 2011, el consejero Patrimonio Histórico del Cabildo, Adasat Reyes, manifestaba: “tenemos un alto nivel técnico en el área de Patrimonio del Cabildo” y el Presidente en sus homilías de los domingos, esta vez fechada el día 27 del mismo mes y año, se congratulaba del buen quehacer de los museos. Los técnicos de ambos organismos por los visto cayeron en desgracia y ya no son aptos para realzar los valores y poner en funcionamiento sus respectivos centros. Un largo ostracismo les espera.

Retorcido resulta el que se excluya al Patrimonio Documental en esta convocatoria. Se incluye la Biblioteca pero no al Archivo Histórico Insular máxime cuando este ha estado cerrado durante todo el año. En este caso si podría tener sentido un plan con una puesta en valor y funcionamiento y digo podría, ya que el Archivo contaba con personal cualificado y especializado cuando se cerró sin ningún tipo de razón. No hay dinero para abrir el Archivo pero si para proyectos de gestión de centros y museos que ya están funcionando. Curioso.

Pero aquí no acaba todo, causa curiosidad el que la persona a seleccionar esté bajo las directrices del Área de la Presidencia y del Área de Patrimonio. Es decir, que el señor Presidente se arroga el control, uno más, sobre otra área. Con ello, y en cierta manera, menosprecia la labor realizada no solo por los técnicos sino también por el propio Consejero al necesitar una persona vinculada directamente a la presidencia. Un nuevo agente en el organigrama con un papel preponderante, asumiendo competencias de técnicos y del responsable político. Mientras, nuestro patrimonio etnográfico a la espera de un inventario.

Todo suena muy raro, lleno de muchas incongruencias que nos dejan con la duda de cuál es el motivo real de la presente convocatoria. No hay problema: El acertijo se resolverá fácilmente cuando sepamos quien ha sido el elegido, entonces entenderemos este desaguisado.

 Autor: Rubén Martínez Carmona es Profesor de geografía e Historia del IES de San Sebastián de La Gomera