Posiblemente, avizorando esta atrevida crónica o precipitado comentario, serán muchos los afables lectores de GOMERA ACTUALIDAD que juzguen de disparejo talante, la extensa trama del variado tema cinematográfico que en este día, se nos ha ocurrido elegir para todos ustedes.

Y, no es decididamente por nada especial del otro mundo, sino, tal vez, solamente por intentar llevarles la contraria a numerosos buenos amigos nuestros que, con la mejor buena fe del orbe, opinan, alientan y suspiran por los desarrollados encantos del mejor Cine Español.

Suelen aplaudir con encendido énfasis, sus muchísimas creaciones fílmicas, que no son pocas.

Miles y miles de cintas, desde nuestra tierna infancia, hasta la fecha, han sido y seguirán siendo exhibidas con la activa participación de viejos y nuevos Directores, a los que no les negamos su talentosa capacidad para realizar las cosas a su mercantil manera, contando con la estelar actuación de talentosas actrices y buenos actores que... ¡haberlas y haberlos, “hailos”!, en un crecido número, algunos de ellas y de ellos, obteniendo las rotuladas notas de “aceptables”.

Han despuntado las palpables contingencias de que incontables de nuestros determinados artísticos valores, ya han alcanzado la más perfilada meta de la inabordable utopía refulgente, rebasando inclusive, la comprometida cima de la dominante meta de todas las quiméricas fantasías actuales, ubicadas en esa monumental manufacturada factoría de increíbles sueños, llamada, HOLLYWOOD.

Tal cual como en otra época, en su día, también lo hicieran aquellos privilegiados seres escogidos por la diosa Fortuna que, dentro del complicado laberinto artístico, llegaron a escalar la más alta cumbre de la exaltada popularidad.

Tal sucedió con IMPERIO ARGENTINA que, aunque nacida en Buenos Aíres, se le ha considerado totalmente española, por proceder su padre de Gibraltar y su madre, de Málaga, habiendo triunfado en nuestra patria de una sorprendente y folclórica manera, con la sana curiosidad, o atractivo caso de resultar ser la única privilegiada, de lograr trabajar en franquicia, con el internacional “cancioner”, MAURICIE CHEVALIER, así como con el inmortal zorzal argentino, CARLOS GARDEL.

¿Quién no recuerda en su mejor etapa a la manchega, SARITA MONTIEL. agraciado fenómeno de una muy dorada época, reluciéndose al lado de BURT LANCASTER, GARY COOPER, con el fabuloso tenor, MARIO LANZA, JOAN FONTAINE, VICENT PRICE, ROD STINGER, sentando sus bases en Nueva York, relacionándose, nada más y nada menos, que con los míticos, MARLON BRANDO y JAMES DEAN, a los que en cierta noche invitara, ofreciéndoles la clásica tortilla española de patatas con cebollas.

Contraería matrimonio con el aclamado Director internacional, ANTHONY MANN, genial creador de verdaderas obras maestras del Séptimo Arte.

Prosélitos de sus estampadas huellas, en lo más alto, el notorio andaluz, ANTONIO BANDERAS, nuestro canario paisano, JAVIER BARDEM, con un loable Oscar de la Academia al mejor intérprete masculino; PENÉLOPE CRUZ, también, poseedora de un símil americanizado Oscar; FERNANDO REY, AITANA SÁNCHEZ GIJÓN, JORGE SANZ, FRANCISCO RABAL, y, entre otros muchos, PILAR LÓPEZ DE AYALA, VICTORIA ABRIL y la atractiva, ELSA PATAKY.

Aquellos otros, la mayoría borrados de la memoria, tal vez, fallecidos, que nos iniciaran en los atrayentes senderos del ilusionado entretenimiento, como lo fueran, RAFAEL DURÁN, AMPARITO RIVELLES, LINA YEGROS, JOSÉ NIETO, ANTONIO CASAL, JOSÉ LUÍS OZORES, TOMÁS BLANCO, ARMANDO CALVO, MARUCHI FRESNO, JORGE MISTRAL, ANA MARISCAL, AURORA BAUTISTA, FERNANDO FERNÁN GÓMEZ, JULIO PEÑA, PEPE ISBERT, MANOLO MORÁN, LUÍS MARIANO, CARMEN SEVILLA, ROCÍO DÚRCAL, JUANITA REINA, ESTRELLITA CASTRO, MIGUEL LIGUERO, MANUEL LUNA, VICENTE PARRA, ISABEL GARCÉS, GRACITA MORALES, ROBERTO REY, MERCEDES VECINO, RAFAEL RIVELLES, ALFREDO LANDA, RAUL CANCIO, TONY LEBLANC, MARISOL, ISABEL POMES, ROBERTO FONS, ENRIQUE RAMBAL, ISMAEL MERLO, JOSÉ LUÍS LÓPEZ VÁZQUEZ, JOSÉ SUÁREZ, LOLA FLORES, JOSELITO, PABLITO CALVO, LUÍS PRENDES y... ¡una larguísima lista de conocidos rostros que nos inundaron con el argumento de sus entretenidos roles, cuando, el entrar en una abarrotada sala de proyecciones, nos costaba apenas tan solo la risible suma de quince céntimos, saliendo de nuestros bolsillos aquella atesorada calderilla de oscuro cobre, en las que figuraban la orgullosa figura de un isleño mastín!

Hasta esta extensa parte de nuestra complicada matraca, más o menos, vamos discurriendo... de una forma y talante, medio admisible.

Pero, si ya, en la apertura, habíamos matizado la dura palabra de “REPROCHAMOS”, hora será ya de que iniciemos la susodicha diatriba porque, resulta que en el bien comercial de nuestros Cinematógrafo, se forma la insistida propaganda de que el mismo, sea contemplado con muchísima más frecuencia, incluso, añadiendo las Autoridades competentes de que las hispánicas cintas, están obligadas a ser presentadas en las Salas y multiplicadas Cadenas Televisiva, con una determinada cantidad anual de ellas.

La generalidad de los espectadores, suelen optar por espacios estadounidenses, franceses e italianos, antes que por los propios nacionales.

Las razones, bien a las claras que las conocemos: Una millonaria técnica dispareja y, sobre todo, el estilo con que los españoles articulan sus diálogos, muchos de los cuales, la mayoría de las veces, a penas si se llegan a entender.

Ignoramos si ello es debido a la mala ubicación de los micrófonos, por la escasez de útiles medios técnicos o... ¡porque no son gomeros!, para saber silbar las palabras como Dios manda y el buen castellano dictamina!

No nos explicamos tal anomalía y, resulta martirizante el asistir a una de estas proyecciones y poder comprobar que estamos avistando algún tremendo culebrón, en su manera de conversar, casi plagiando a una de esas largas trasmisibles novelas que tanto enganchan a las féminas de nuestros días, que se quedan enajenadas, ponderando y llamando “artistazos”, a todo el elenco del interminable reparto, quedándose con los nombres compuestos de “Luís Eduardo”, “José Andrés”, “Manuel Fabi”, “Pedro Valentín”; formándose una obsesión por llegar al sempiterno final de algún mal amor ficticio que, de ridiculez, según la audiencia, capítulo tras capítulo, se le van añadiendo nuevos personajes y sucesos, todos ellos salpicados de infaustas o atroces consecuencias.

Lo más indagador y sorprendente, viene a repercutir ser bien cierto, de que en España, al menos, posteriormente, se realizaban los mejores DOBLAJES del mundo; casi perfectos, algo que mucho más nos inclinaba a presenciar cintas extranjeras, con la mayor asiduidad y recreativa delectación.

¡La vivida experiencia, curtida veteranía y el evidente despertador del tiempo, nos enseña a distinguir lo bueno de lo malo y, si en este espacio, hemos llegado tan lejos para criticar de lo nuestro, por algo será!

¡Probablemente, nos nos volvamos a encontrar por estos marchantes feudos, hasta dentro de un par de semanas, ya que, aprovechando la facilidad que nos brinda el INSERSO, alcanzaremos la suerte de poder deleitarnos, disfrutando a lo señor del esplendor que otros distintos horizontes y costumbres, nos puedan ofrecer!

La Verdad, nunca debería de ofender y, si alguno de los llamados “ADMIRADORES DEL CINE ESPAÑOL”, se han incomodado, por lo que aquí hemos expuesto, que sepan disculparnos ya que... ni “CIFESA”, ni “SUEVIA FILMS”, siguen funcionando.

¡Para todos los gustos se han hecho colores y, nosotros, tal vez, en esta ocasión, hayamos optado por el NEGRO!