Gestionar la Miseria

Después de tener el (dudoso) placer de escuchar el debate sobre el Estado de Canarias, planteo la siguiente pregunta

Después de tener el (dudoso) placer de escuchar el debate sobre el Estado de Canarias, planteo la siguiente pregunta

 ¿Alguien piensa realmente, que estos señores que nos metieron en el abismo, nos van a sacar de él?

Paulino Rivero plantea una serie de planes de crecimiento rocambolescos, contando con una financiación ficticia (como si estuviera jugando al Monopoly), mantenido con la vergonzosa connivencia del PSOE canario (en proceso de autodestrucción) y la endeblez de un PP, que tiene parlamentarios como Manuel Fernández, que se aburren tanto, que prefieren dedicarse a ver una película, en vez de atender a los asuntos por los que le pagan.

La política canaria es una auténtica escombrera. En el Parlamento ya no quedan más que retales y desechos de tienta. Mientras tanto, en Canarias, se pasa auténtica miseria. Desde los ayuntamientos se culpa a los Cabildos; desde los Cabildos al Gobierno de Canarias; desde el Gobierno de Canarias; al Gobierno de España; desde el Gobierno de España a la Unión Europea; desde la Unión Europea al Fondo Monetario Internacional… y si seguimos subiendo, alguien acabará culpando al universo o al planeta Mercurio.

Y la realidad es más sencilla y simple que todo eso… son todos una partida de inútiles. Así de sencillo. Se podrá estar en sintonía con lo que opino o no, pero nunca se me podrá acusar de no ser claro, y voy a serlo una vez más: Si el futuro de La Gomera es Casimiro Curbelo y su tropa, que llevan más de 20 años con la misma cantinela, lo mejor es abandonar la isla.

Si el futuro es seguir estando en una isla subvencionada, donde no se produce prácticamente nada, lo mejor es desertar. Que una isla como el Hierro, con la mitad de población que la nuestra y con un potencial territorial mucho menor (con crisis volcánica incluida) nos doble en industria pesquera, nos supere en rendimiento agrícola y ganadero, se haya convertido en la primera isla “free wifi” del mundo y vaya a ser la primera isla del mundo que se abastezca de energías renovables; mientras que en La Gomera, durante el mismo periodo se repartían subvenciones y se sacaba a trabajadores a limpiar cunetas, es para hacérselo mirar…

Si el futuro de Canarias es Paulino Rivero y su pandilla de totufos, lo mejor es emigrar. Si el futuro pasa por un “papanatas” que no ha sido capaz ni de ganar las elecciones y que está ahí porque pacta hasta con el demonio. Que tiene a las islas con la educación más penosa de Europa (solamente superada por la isla de Reunión), con unos índices de paro monstruosos y una sanidad pésima. Que únicamente se dedica a enchufar a amigotes en puestos de responsabilidad (Willy García en la Televisión Canaria, es un ejemplo) y a mantener estupideces como la Policía Canaria…¡si ahí está el futuro, mala cosa!

Que nuestro futuro dependa de José Miguel Pérez y el PSOE canario, que han vendido su partido ( y a sus votantes) a Paulino, para conseguir unos cuantos carguitos, me produce pesadillas y sudores fríos. O que sea Julio Cruz el que rija nuestros destinos…¿se imaginan? Me da flojera intestinal solo de pensarlo.

"De no aparecer esa persona, grupo o partido, aprovecharé el domingo electoral para otras actividades más estimulantes que ir a votar..."

O los del PP canario, que están esclavizados al PP nacional, sean los que nos tengan que guiar para salir del barranco ¡Tierra trágame! Por no hablar del estado, ya que si el futuro pasa por Rajoy o Rubalcaba, el abismo nos espera… o de la Unión Europea (o el triste esperpento que queda de ella) Lo que ha quedado de todo esto es miseria, eso es lo que nos han dejado; cuando éramos ricos lo tiraron todo por el retrete y ahora ¿dejaremos que estos elementos gestionen la miseria? ¿dejaremos que se repartan entre ellos lo poco que queda? ¿los mismos?

O entra una generación de gestores no contaminados y con dos dedos de frente, o esta generación de políticos postfranquistas que todavía padecemos, se llevan hasta las cortinas de los edificios públicos.

Por mi parte y para no criticar sin proponer nada, en las próximas elecciones (ya sean autonómicas o generales) de no aparecer alguien que decida reducir los sueldos de los cargos públicos a la mitad, que reduzca los cargos de confianza, que no presente a nadie que esté imputado y que apueste seriamente por la educación, la sanidad, las políticas sociales (dando lo que corresponde por ley, no limosna) y el empleo (con planes serios, no de 6 meses; y solamente sacando a trabajar a los amigotes y a los que le votan); de no aparecer esa persona, grupo o partido, aprovecharé el domingo electoral para otras actividades más estimulantes que ir a votar.

Pedro Rodríguez (LGSM)