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domingo, 22 de diciembre de 2024 00:00h.
Opiniones

Hablemos de picudos

Finalmente, tal y como temíamos se ha confirmado la presencia de ejemplares de picudo negro (Diocalandra frumenti) en los palmerales urbanos de San Sebastián de La Gomera.

 

Dado los escasos conocimientos en nomenclatura binomial y entomología que ha demostrado tener el alcalde capitalino Sr. Castilla, me permito recomendarle que se documente mejor antes de salir a los medios, puesto que nadie con un mínimo de conocimiento en la materia podría insinuar que el picudo negro de la platanera "Cosmopolites sordidus" pudiera estar afectando a ejemplares de palmeras.

La razón es evidente, al menos para los no profanos en la materia: "Cosmopolites sordidus" no habita en los palmerales y no hay referencia bibliográfica alguna que hable de ataques del picudo negro de la platanera sobre ningún ejemplar de la familia Palmae. 

Así pues, desde el primer momento, como entendería una mente documentada o que obre sin mala fe, queda absolutamente claro que nos referíamos a la especie Diocalandra frumenti, llamada también picudo de las cocoteras, picudo de las cuatro manchas o picudo negro para distinguirlo del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus).

Y es que deberíamos entender que precisamente a los organismos se les dan nombres científicos para evitar este tipo de confusión. Plantas y animales tienen diferentes nombres comunes en diferentes idiomas, y frecuentemente tienen diferentes nombres en diferentes sitios donde se habla el mismo idioma. Por ejemplo, con el simple nombre de "polilla" deben haber miles de especies distintas e incluso de distintos géneros. También pasa, como en el caso de Diocalandra frumenti, que a una misma especie, se la conozca con varios nombres.

Por ejemplo, el bocinegro canario (Pagrus pagrus) se conoce en otros lugares como pargo, rubiel, paguera, machote, sabaya o pagre. En La Gomera, existen casos muy interesantes de cómo los gomeros hemos denominado a los organismos: la especie Ilex perado ssp. platyphylla, árbol del monteverde de La Gomera y Tenerife, y que las fuentes escritas denominan "naranjero salvaje", en nuestra isla tiene distintos y variados nombres: aderno, aherno, bojo… Es más, se puede decir que los nombres "naranjero salvaje", "naranjero silvestre" o "naranjo salvaje" que encontramos en determinados textos como denominaciones de Ilex perado en La Gomera, no responden a cómo llamaban los gomeros a este árbol. Lo más probable es que los autores de estas citas se hayan limitado a tomar el nombre común que esa especie tiene en la isla de Tenerife y a continuación lo hayan extrapolado a La Gomera. 

En todo caso, una vez confirmada (tal y como afirmábamos) la presencia de este coleóptero, con nombre científico Diocalandra frumenti, que sin lugar a dudas puede llegar a ser una seria amenaza para los palmerales de la isla, esperamos que con mayor acierto que el que está teniendo el Sr. Castilla en sus declaraciones, se sumen esfuerzos para conseguir cercar este foco y evitar su propagación.

Luis Salvador Hernández Bethencourt es Ingeniero Agrónomo y Miembro de la coordinadora insular de Sí se puede-La Gomera