El Informe de la responsable de Política Forestal del Gobierno español, dado a conocer recientemente por los medios informativos, negando la necesidad de que Canarias cuente con hidroaviones de forma permanente y dando por suficientes los medios contra incendios incluido helicópteros destacados en las Islas, ha producido un rasgado de vestiduras generalizado entre los portavoces del PSOE y CC en La Gomera.

Resulta insólito que “ambos portavoces" vengan a lamentarse, a estas alturas, del desconocimiento por parte de las autoridades estatales de las condiciones geográficas y naturales específicas de nuestras Islas, aplicándonos criterios estadísticos sólo válidos para zonas continentales, así como alardear de “eficacia de medios” al comparar entre conatos  e incendios y la consideración de “nivel bajo” para estos últimos, al tener en cuenta su número en relación a los conatos y no su gravedad o extensión. Como si un sólo incendio no fuera suficiente para producir una enorme devastación, como la sufrida el verano pasado en La Gomera.

Recordemos como el propio Ministro Arias Cañete durante dicho incendio relacionaba la “solidaridad interregional” con la superficie territorial y justificaba la escasez de medios aéreos por el pequeño tamaño de las Islas en comparación con ”La Península”. Y qué decir de la afirmación recogida en el citado Informe de que en unas Islas, lógicamente rodeadas de mar, existen “escasas zonas de carga” para los hidroaviones.

No entendemos que hable de “insensibilidad” e “irresponsabilidad”, el portavoz del PSOE, Partido que gobernaba en Madrid hasta 2011, ¿acaso antes de esa fecha habían hidroaviones permanentes o mayores medios estatales contra incendios en Canarias?. ¿Por qué no destacaron cuando gobernaban, tal como ahora piden, un hidroavión por cada una de las que todavía llama “provincias”?.

Otros en vez de escudarse en el cinismo y la falta de memoria, prefieren el falso victimismo, quejándose de que  “no se nos tiene en cuenta” o “no se nos trata igual que otras comunidades”,  y se limitan a pedir helicópteros e hidroaviones a Madrid mediante brindis al Sol en el Parlamento de Canarias, presentando alguna que otra PNL, al igual que el Presidente del Cabildo Insular de La Gomera para justificarse.

Pero lo que los partidos estatales y  los falsos nacionalistas no quieren es ir a la raiz del problema, ya que no se trata de quejarse  y suplicar lo que nos pertenece, sino de impedir que nos lo arrebaten y ser los verdaderos dueños de los recursos que generamos. Canarias es contribuyente neta al Estado en varios miles de millones de €/año, con los que podría disponer de los medios propios necesarios para combatir los incendios forestales y el resto de servicios necesarios en las Islas.

Nuestras necesidades se satisfacen con un verdadero autogobierno, a través de la conquista de nuestra soberanía, o tal como propusimos en 2012 y fue aprobado por el pleno del Cabildo Insular, de una Plena Autonomía Interna, que contemple una Hacienda Canaria Única que recaude toda la imposición generada por todas las actividades económicas realizadas en Canarias.

Es nuestro marco competencial y de autogobierno el que debemos modificar y no lloriquear ante Madrid como plañideras a sueldo. El Estado español no está capacitado para dar cobertura a nuestras demandas y además nos somete al expolio de nuestros recursos fiscales y bloquea nuestro desarrollo económico.

En Canarias y La Gomera debemos contar con nuestros propios medios anti incendios, como hidroaviones y helicópteros, sin esperar a que nos los envíen desde 2.000 kilómetros de distancia. Generamos suficientes recursos para ello, si los administramos nosotros y los reinvertimos en nuestra tierra.

Un marco de autogobierno que nos permita asimismo firmar convenios de cooperación y asistencia mutua con los países vecinos, como Marruecos, mucho más cercanos geográficamente.

Necesitamos soluciones permanentes para los riesgos, también permanentes, que afrontamos cada verano para garantizar la sostenibilidad de nuestras masas forestales. Necesitamos soberanía política y económica, no cinismo, desmemoria y falso victimismo pseudo nacionalista.