La huelga de limpieza en Barajas perjudica a Fitur
Bienvenidos a Fitur….en medio de toneladas de basura en todas las terminales del aeropuerto de Barajas. El marco, desde luego, es 'incomparable' para que los agentes que vengan a promocionar sus destinos en la Feria Internacional de Turismo de Madrid no se atrevan, siquiera, a pasar el control de pasaportes, sino que cojan directamente el avión de vuelta ante tal panorama de porquería, podredumbre y suciedad.
La preocupación en los organizadores de una de las ferias turísticas más importantes del mundo, a la altura de la World Travel Market de Londres o la ITB de Berlín, estriba en que la imagen que va a quedar para todos los profesionales que entren por Barajas es la de un país tercermundista y donde la prioridad no es, precisamente, el sector turístico. Si la puerta entrada de tu casa es una pocilga, mejor no seguir adentrándose en ella, pensarán con buen criterio estos agentes del sector terciario.
En Madrid, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a este panorama de huelgas diarias, hasta tal punto que tenemos que llevar un calendario alternativo para saber que el lunes toca, por ejemplo, huelga de Metro y Cercanías; el martes, paros en los autobuses y en la educación; el miércoles, huelga de barrenderos y en la sanidad…y así hasta el domingo donde sólo hacen huelga de huelgas los propios sindicatos. A la larga, económicamente, la capital se resiente y si encima estamos hablando de que durante cinco días vamos a ser la capital mundial del turismo, mucho más.
¿Saben ustedes el efecto que va a causar en la imagen de España que los informativos de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Rusia, Japón, Australia o Estados Unidos ofrezcan las imágenes de ese estercolero en el que se ha convertido el aeropuerto de Barajas? Y es que, por cuestión económica y logística, la mayoría de las entradas de turistas se producen bien por Madrid, bien por Barcelona. Y si el aeropuerto más importante de España tiene este estado (debido a la inflexibilidad de empresa y huelguistas), más de uno estará tentado en cambiar su destino…por si acaso las bolsas de basura, latas y envases diversos y variopintos acaban cobrando vida propia y devoran a quienes vienen a deleitarse con nuestras bellezas paisajísticas, artísticas, culturales y gastronómicas.