Parece que en La Gomera, ya han sacado a pasear el armamento pesado. Desde los aledaños del poder, donde cualquier crítica a su gestión, es vista como un ataque personal (o a su pesebre) ha puesto la maquinaria a funcionar.

¿Y cómo se lleva a cabo? Pues, básicamente, del mismo modo que siempre: ocultos tras pseudónimos, con descalificaciones personales, con alusiones al trabajo de cada uno… vamos, lo habitual en La Gomera. Se sigue el protocolo básico de cualquier régimen que se precie, a saber: el famoso “miente, miente, que algo quedará” de Joseph Goebbels, que tan buen (por nefasto) resultado causó en la Alemania nazi; y el “cómo no puedo limpiar mi basura” que es pública y notoria, trato de “echarle basura al otro”, hay que demostrar que “Sí, señores, yo estaré nadando en el estiércol” “pero todos somos así”. Y no señores, no todos somos así.

La verdad no es cuestión de opinión, no es una cuestión al azar o un rumor.

La verdad es un análisis riguroso basado en la coherencia, la justificación ponderada y el respeto. Y de lo que se trata es de buscar la verdad. Desde el principio, lo que se ha criticado es la gestión catastrófica de una isla, cuyo ejemplo más claro se pudo ver durante el incendio y como respuesta única, solamente hemos recibido descalificaciones personales. Parece obvio, que hasta los que están encantados con la manera en que se gobierna, han abandonado todo intento de hacer una defensa de cómo se ejerce ese gobierno ( así de cruda estará la cosa) y han optado por el camino del fango, intentando llevar a todos a su terreno, a retozar en el lodo como cochinos cebados.

Pero, repito, aquí de lo que se trata es de buscar la verdad y tengo por seguro que esa verdad siempre prevalece, se impone. Quizás no será hoy, ni pasado mañana… igual pasarán muchos años antes de que eso ocurra, pero ocurrirá. Por tanto, que se difame contra los que alzan la voz es lo natural, en un régimen cómo el de La Gomera; que se insulte y que se amenace es lo cotidiano y no debe sorprender a nadie, a estas alturas. Lo vital en todo esto, es que los gomeros sepamos distinguir la verdad de la mentira; las afirmaciones hechas con coherencia (y con datos) de los rumores, los chismes y los ataques gratuitos. También es importante distinguir quiénes son los que actúan de una manera o de otra.

Una verdad (como ejemplo): Julio Cruz es un tipo que se lleva todos los meses más de 4.500 euros al mes (sin contar las dietas y pagas extras) y para una única cosa que tuvo que hacer en favor de su isla, que era votar a favor de que se investigara el incendio en el Parlamento, vota en contra (junto a otros dos monaguillos) A pesar de que ha demostrado que trabaja para sí mismo y para su partido y que su isla le importa un pepino, cuando visita La Gomera es bien recibido y le ríen las gracias (entre los que le jalean, hay algunos que tendrán que acogerse a las ayudas de Cruz Roja, para poder comer algo en casa). Esto es verdad, cruel, pero verdad. No es un rumor.

Otra verdad: ¿Cómo es posible que un presidente de Cabildo amenace e insulte a un representante social? ¿Cómo es posible que salga días después a pedir perdón y se justifique diciendo que ese representante había estado incendiando foros de internet en su contra? ¿incendiando? u ¿opinando, tal vez? ¿cómo es posible que el presidente (empleado, ya sabéis) diga que ese representante, no tolera a los que opinan diferente a él? pero si él lo amenazó y lo insultó por llevarle la contraria ¿no es un contrasentido y un disparate? ¿cómo se puede sembrar la duda sobre el trabajo de una persona, sin aportar nada sólido para hacer tal afirmación? ¿no es eso, un poquito de mala persona? ¿de ser algo maruja? de.. “he oído”, “me han dicho”, “me han comentado”…¿un presidente de Cabildo con estas historias? Pero, por el amor de Dios…

¿De verdad podemos tomar en serio, a quien lleva gobernando una isla, desde ya ni se sabe, cuándo pide más libertad? ¿cuándo dice que hay que apretarse el cinturón? Pero ¿qué cinturón? ¿cuántos gomeros llevan todavía cinturón, a estas alturas? ¿y él? ¿se aprieta él, el cinturón? Pero ¿qué tomadura de pelo es esta? Esa es la verdad.

¿Cómo es posible que en La isla de la gomera se siga gobernando con la mentira por bandera? ¿cómo es posible que esa mentira sea descubierta al tiempo y los que gobiernan hagan cómo que no pasa nada ( ni tan siquiera se sonrojen) e inventen otra? ¿cómo es posible que los gomeros traguen con estas cosas, a estas alturas? ¿Cómo es posible que el Cabildo diga que no hay informes del turismo de la isla, que salga el ISTAC y lo desmienta, diciendo que envían informes puntuales desde 2009 y nadie se sonroje…aunque sea un poquito? Esto es verdad. No tenéis que creerme a mí, leedlo en los medios de comunicación.

Se puede seguir atacando a los que protestan, pero la verdad es puñetera y siempre sale a la luz. Se podrá seguir difamando y escondiéndose detrás de nombres falsos, para atacar a los que reclaman espacios de democracia, pero no se podrá ocultar, que la manera de gestionar La Gomera es pésima. Porque esa es la verdad, no un rumor, los datos no engañan.

En los días que vendrán, todos los que protestamos, habremos hecho las peores cosas que se puedan imaginar: seremos miembros de ETA, seremos secuestradores, ladrones de bancos, amigos de Bárcenas, amantes de Isabel Pantoja, asaltadores de casas y todo lo que a unos cobardes se les pueda ocurrir, escondidos detrás de nombres e identidades falsas. Lo que ocurre, es que eso es anecdótico, porque nosotros no somos importantes, lo que importa es La Gomera y sus habitantes, que están pésimamente gestionados, y eso es verdad y la verdad siempre prevalece.

Pedro Rodríguez (La Gomera Se Mueve)