Los títeres de las Redes Sociales.
Por Roberto Chinea Plasencia.-Hace tiempo que vengo observando en La Gomera lo que podríamos denominar como “la demagogia barata en la redes sociales”, una suerte de pseudo personajes cuya función es proferir insultos y descalificaciones de variado tipo sin ton ni son con el único de fin de desgastar políticamente a determinadas instituciones o, más grave aún, personalizando en la figura de determinados políticos insulares.
Queda claro que la democracia presupone libertad de opinión, pero también nos olvidamos del derecho a la réplica. Lo que más me sorprende es la opinión de ciertos personajes vinculados a una asociación cuyo fin (según han manifestado constantemente) es trabajar por la isla, pero sin un perfil político.
Y yo me planteo la siguiente reflexión: ¿se creen estos señores que los gomeros somos tontos o qué? Cada semana, cual encíclica dominical, leemos las opiniones personales de un sujeto (¿quién es y a quién representa? ¿Por qué tanto afán de protagonismo? ¿Quién está detrás de él?) que apenas ha pisado La Gomera en los últimos años y que pretende hacer política desde la distancia siendo, según sus palabras, totalmente apartidista.
Yo le recomiendo encarecidamente que, antes de opinar libremente, se informe, le iría bastante mejor que decir auténticos disparates y sinsentidos varios... ¿Quién anda detrás de estos títeres? ¿Ya se han constituido como futuro partido bajo las siglas de algún partido minoritario con escasa representación en las corporaciones canarias? Cuando te crees dueño de la verdad absoluta, y no haces autocrítica, algo suele oler mal.
Este grupo vive de hacer leña del árbol caído, o en este caso del árbol quemado, politizando el incendio desde sus comienzos con el único fin de buscar el rédito político, empleando para ello las argucias y triquiñuelas más miserables, como la de jugar con los sentimientos de aquellos afectados por el incendio –salvo que para ellos parece ser que sólo se quemó un municipio en concreto- y predisponiéndolos en contra de las instituciones que trabajan a diario para el bienestar de los gomeros. Pero, ¿quiénes son esta gente? ¿A quiénes representan?
El voto se consigue en las urnas en democracia, no mediante una campaña en las redes sociales, creando un movimiento lleno de falsedades, mentiras y absolutamente caciquiles (esa gran palabra que usan a diario para definir la política gomera). ¿Quién es más cacique? ¿Quién trabaja a diario por una isla o quienes, viviendo fuera de La Gomera, hacen política desde la distancia sin proponer ni una alternativa?
En la vida, a veces, todo no es blanco o negro. Hay matices. Creer lo que los nuevos adalides de la libertad y la democracia real (que se ve que conocen bien la realidad, el día a día gomero, sin siquiera vivir aquí) merece una pequeña reflexión: para escribir un artículo de opinión y desacreditar en las redes sociales, hacen falta argumentos.
Cuando no los tienen o difieren de otras corrientes de opinión, eres un estómago agradecido. Gracias a Dios que no estamos en sus manos. La libertad solo es libre para ellos, el resto –según parece- vivimos cohibidos. Lo que a mí me mueve no son ellos, es mi isla. La Gomera se mueve, sí, pero proponiendo, no desacreditando diariamente (a pesar de ellos).