Mariló Montero, especialista en almas
¿Quién le está haciendo vudú a Mariló Montero? De verdad, esta profesional lleva una temporadita, ni siquiera dos meses, y está protagonizando los escándalos más sonados. Lo suyo, además, tiene doble 'mérito´ porque su programa, precisamente, no es de los que uno se pararía a contemplar más de cinco minutos (esto es un gusto y una opinión personal, por supuesto). Sin embargo, pese a que su espacio es más soso que escuchar una conferencia de Montoro y De Guindos, lo cierto es que ya ha tenido dos salidas de pata de banco espectaculares, primero con sus 'viajes' a Igartiburu y ahora con sus conocimientos sobre el alma humana cuando supo que los órganos del asesino de El Salobral iban a ser donados. Una crack.
El caso es que la periodista aseveró que no podía negar que había sentido tranquilidad al saber que los órganos del presunto asesino no iban "a dar vida a nadie", y se preguntó: "¿Está bien donar órganos de una persona que ha matado a otras?". Y como no se quedó contenta la señora Montero, también al cierre de su programa, dijo que "posiblemente eran una declaraciones desafortunadas en opinión de algunos, pero que era una opinión personal y no de RTVE".
"En ningún momento ni he pretendido cuestionar la decisión generosa de ninguna persona, de ninguna persona que decide donar sus órganos y que espera otra persona, independientemente de su ideología, sexo y vida personal", dijo Montero. A continuación, no obstante, recalcó que ella se había hecho una pregunta sobre si el órgano "tiene alma" e insistió en su argumento inicial: "Me gustaría comprobar con tiempo si eso científicamente está comprobado".
En fin, a esto nos dedicamos ahora en TVE, a investigar en cuestiones que van más allá de lo empíricamente demostrable. Está claro que Mariló tiene un puesto seguro junto a Anne Germain. Después de demostrarse que esta médium es más falsa que una moneda de seis euros, cualquiera puede ganarse la vida haciendo conjeturas sin mayor preocupación. De acuerdo que el criminal de El Salobral no merece ni media línea de compasión, pero de ahí a montarse una teoría o hipótesis sobre la transmisión de la maldad del alma va un trecho.