Prevención y planificación
Emiliano Coello.- Inicié esta etapa como Director Ejecutivo de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (APMUN), insistiendo en la prevención como objetivo, reto y método de trabajo fundamental para proteger el territorio y el medio ambiente canarios, priorizando la colaboración, la información y el asesoramiento a todos los que tenemos relación con el territorio y el medio ambiente. Hoy constato que la prevención ha de estar más presente que nunca como tarea prioritaria y trasversal, junto con la planificación, especialmente tras los incendios que han azotado en los últimos días La Palma, Tenerife y La Gomera.
Vivimos un contexto complicado de crisis económica en el que se hace imprescindible tomar decisiones que permitan salvaguardar al ser humano y al territorio, dotándonos de instrumentos de planificación eficientes pero también eficaces, optimizando recursos operativos. En este marco, la prevención supone una estrategia de trabajo acorde con la reducción de costes a la que estamos obligados, basada en la implementación de acciones de sensibilización y de concienciación acerca de los extraordinarios valores ambientales que caracterizan las Islas, favoreciendo el equilibrio interterritorial en un entorno como Canarias, caracterizado por una orografía singular, de estructura diferenciada, con un contexto social y humano exclusivo y particular. Y en este sentido, canarios y canarias somos testigos de enclaves naturales únicos en el mundo, entre los que sobresalen sus cuatro parques nacionales y sus seis reservas de biosfera, como la isla de La Gomera, recientemente declarada como reserva de biosfera en su totalidad por la UNESCO, para garantizar que la actividad agraria y la protección de la biodiversidad se den la mano.
Pero este objetivo de prevención no será nunca una realidad tangible sin un esfuerzo conjunto y en la misma dirección de todas las Administraciones, un esfuerzo encaminado a la producción de actividades complementarias, en ningún caso sustitutivas, entre territorio y economía, en algunos sectores tan básicos para Canarias como la agricultura, la ganadería y la pesca, en los que la vinculación y la interrelación del ser humano con el medio ambiente y el territorio es total.
Canarias cuenta con un recorrido histórico en el que destaca el predominio del sector primario, y aunque hoy sólo esté cultivada el diez por ciento de su superficie, lo cierto es que durante varios siglos la agricultura fue soporte económico fundamental del Archipiélago, extendiéndose por bancales y zonas de medianías, creando paisajes singulares, contribuyendo a la protección ambiental. Tan es así, que como nos recuerda el ex consejero del Cabildo de Tenerife, Wladimiro Rodríguez Brito, las áreas con agricultura en producción actúan como cortafuegos naturales en unas islas con numerosos pueblos inmersos en las antiguas zonas de cultivo, como han puesto de manifiesto una vez más los recientes episodios, por lo que la futura lucha contra incendios debe incluir una apuesta por la reactivación del sector primario, como medio principal para la prevención.
Porque hoy recuperar la agricultura es un deber ineludible con el medio ambiente y con la economía, con la sostenibilidad y con el bienestar ciudadano, articulando mecanismos de planificación territorial para que se pueda desarrollar esta actividad protectora y preventiva, generadora de riqueza y desarrollo.