Primero llegó la declaración de Parque Nacional para Garajonay, principal tesoro natural de La Gomera, o lo que es lo mismo, para el conjunto de bosques de laurisilva, así como una amplia diversidad de formaciones vegetales, los espectaculares monumentos geológicos, como los Roques, o la multitud de especies endémicas que alberga.

Tan sólo un año después, en 1982, se concedió la distinción de la Unesco, que elevó la categoría del Garajonay a Patrimonio de la Humanidad, un merecido reconocimiento internacional del que sólo disfrutan otros dos espacios naturales españoles: el Parque Nacional de Doñana, 1994, y el Teide, desde 2007.

En septiembre de 2009 el Silbo gomero también traspasó las fronteras insulares y se convirtió en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un nombramiento al que la Isla suma otros importantes títulos como la Carta Europea de Turismo Sostenible, que dentro del Archipiélago canario sólo se ha concedido a La Gomera. Y en breve llegará, además, la categoría de Reserva de la Biosfera que, según nos informó hace escasos días el responsable de la Red Mundial, Miguel Cloüsner-Godott, a través de videoconferencia con la sede de la Unesco en París, se hará realidad en la primera quincena del mes de julio.

Tras una ardua tarea, en la que destaca la participación de distintos colectivos e instituciones de La Gomera, así como una amplia implicación social, estamos a punto de alcanzar una nueva consideración que coloca a la Isla en el lugar que le corresponde dentro de los ecosistemas internacionales.

El anuncio del próximo nombramiento tuvo lugar en el marco de la II Jornada de Sostenibilidad en Canarias, organizada por la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, y celebrada recientemente en el Cabildo Insular de La Gomera.

La acción se denominó “La Gomera y Canarias, núcleo de biodiversidad en la Unión Europea”, y no pudo ser más positiva para nuestra Isla. Tan sólo se trataba de representar el compromiso de divulgar los objetivos perseguidos con la declaración a nivel internacional del Día Mundial de la Biodiversidad, del Día Europeo de Parques Naturales y del Día Mundial del Medio Ambiente, pero el resultado fue mucho más allá.

Se trataba, por tanto, de dar continuidad a las iniciativas que se vienen realizando en La Gomera desde que hace tres años iniciamos el proceso para la declaración de toda la Isla como Reserva de la Biosfera. En consecuencia, la Institución Insular acogió con agrado el programa encaminado a divulgar planes y proyectos puestos en marcha para proteger la biodiversidad, y a cambio recibimos la mejor de las noticias.

Esta nueva declaración contribuirá a la conservación de los ecosistemas de la Isla ayudando a proteger paisajes, especies y variación genética. Nuestra propuesta engloba los principales valores ambientales, culturales, agrícolas, ganaderos y pesqueros para un desarrollo sostenible de La Gomera en todas sus vertientes. El próximo mes se hará realidad el nuevo reconocimiento internacional de La Gomera y a partir de entonces corresponde a todos y todas los residentes, así como a cuantas personas nos visiten, y por supuesto a todas las administraciones públicas insulares, regionales, nacionales e internacionales, mantener el inmenso legado que hemos heredado de la naturaleza y con el que nuestros antepasados supieron convivir en armonía, y del que con mucho depende nuestro futuro.