Canarias ha caído también. El tsunami de las autonomías que se están acogiendo al rescate, llamado de manera pomposa Fondo de Liquidez Autonómico, ha llegado hasta estos lares después de que Cataluña, Castilla La Mancha. Comunidad Valenciana o Andalucía hayan pedido y reclamado árnica a papá Estado. El consejero de Economía, Hacienda y Presidencia del Gobierno de Canarias, Javier González Ortiz, ha anunciado que el equipo de gobierno ha decidido adherirse al Fondo de Liquidez Autonómico donde solicitará 756,8 millones de euros (y dos piedras postre).

Lo preocupante de esta noticia, hablando en plata, ya que los políticos liarán a la ciudadanía con sus tecnicismos y martingalas diversas, es saber hasta dónde llega el fondo de bolsillo de las arcas públicas. Ese papá Estado que ha actuado, todo hay que decirlo, como un mal padre porque ha consentido a sus 17 hijas que derrochen a troche y moche, no se les ha puesto límite alguno y, aunque han querido ser independientes (y alguna independentista) al final recurren al comodín paterno para que les solvente una hipoteca sumamente onerosa y que encima tendremos que solventar entre todos…entre todos los paganos y paganinis.

Lo que no termino tampoco de entender es cuáles son las condiciones de este rescate, si se trata de un préstamos blando, si lleva aparejadas una serie de obligaciones como las de cerrar todo aquello que no sirva para nada, por ejemplo las televisiones autonómicas, la policía ídem, la duplicidad y más de los departamentos gubernamentales, las subvenciones que se conceden arbitrariamente, pero siempre a los amigos. La mamandurria parece estar siempre fuera de todas estas ayudas y eso no debería ser así bajo ningún pretexto, amén, claro está de que habría que investigar a fondo qué es lo que se ha hecho con el dinero de todos los canarios, en qué demontres se ha empleado. Nos llevaríamos muchas y desagradables sorpresas.

Pero, desgraciadamente, ya saben cuál será el resultado, papaíto Estado ayudará a su hija ultraperiférica, le dará lo que reclama y después, si te he visto, no me acuerdo, aquí se seguirá despilfarrando a manos llenas y luego, cuando la lata de gofio vuelva a estar vacía, haremos de nuevo un canto lastimero diciendo lo mal que nos trata Madrid. Es que es de aurora boreal.

  Juan Antonio Alonso Velarde