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viernes, 15 de noviembre de 2024 00:00h.
Opiniones

Tratado del carnaval en Niza

Martes de carnaval tú bailando al son del invierncon sabor a manzanas de caramelo.

Martes de carnaval tú bailando al son del invierncon sabor a manzanas de caramelo.


Samir Delgado es un poeta, un amigo, un hombre de costa, de aires tibios y entorno turístico.

Un escritor de los que podríamos denominar audaces, lleno de energía y de fertilidad. Proclive a la pasión, al gusto por la ironía y las emociones del lenguaje. Un hombre que necesita vivir y escribir y denunciar, y derrumbar ciertas barreras desde la cultura, que muestra un gran respeto por la inteligencia y por el arte, tanto que como si se tratara de un buen vino, lleno de regocijo y efervescencia, de vértigo juguetón, paladea y deja fluir su literatura con citas de maestros clásicos y contemporáneos.

Y sobre todo está Niza, un nombre lleno de símbolos y de fuerza seductora, que se presta en este poemario a plurales interpretaciones, y que nos conduce a su amada, al amor, a su impulso, dicho en sus propias palabras a “la cristalización de los deseos”.

Porque la literatura de las pasiones y de la sensualidad nos lleva como la vida misma por caminos imprevisibles, por llamaradas lujuriosas que nunca deben extinguirse por completo, sin embargo la poesía de Samir no son los deseos locos de Henry Miller y Anaïs Nin que actúan desde la palabra descarnada, ni se asemeja a la poesía de Charles Bukowski o Almudena Grandes. En su “Tratado del carnaval de Niza” la mirada se desliza fresca, nueva, entre miles de bombillas de colores que parpadean durante la noche, en ese instante en que lo amoroso y lo erótico se entrelazan con el deseo e irrumpen con fuerza pero en este caso envueltos en esos titubeantes años de aventura juvenil, en esos instante dulces en que cerramos las puertas al mundo, en que echamos el candado.

Y cuenta su noviazgo, su amor, como quien escribe página secretas, realizando todo lo que se considera bello en poesía.

¿Lo que más me gusta de ti?

Haciendo un recuerdo milimétrico

de todos tus encantos

de los pies a la cabeza

yo me quedo siempre callado nena

porque lo que me gusta mas de ti

es ver el mundo a través de tus ojos.

 

Los guiños culturales del autor son constantes y a través de ellos manifiesta la desconfianza ante la vida y la necesidad de retener lo efímero, de desarrollar dramáticamente un tema anecdótico o romántico, o una mirada a un cuadro, porque él igual que los impresionistas captura el instante, lo eterniza.

Samir expresa la búsqueda de la utopía, la exaltación de los sueños que ayudan a la vida. Ese es el leitmotiv del poemario “Tratado del carnaval de Niza” donde canta a la vida, a la esperanza y sobre todo a la invocación, a la mujer amada, Niza.

Por eso no duda en exponer abiertamente sus emociones y sus sentimientos cotidianos, trozos de la vida, en poemas breves, sinceros, desnudos, llenos de imágenes y símbolos que le dan al texto un carácter atrevido y moderno.

 

Y al final en este simbólico carnaval llega el entierro de la sardina. Centellea esa cercanía cotidiana y describe actitudes de un carnaval:

Llora que te llora el travesti con gafas de sol

enlutado y su peluca amanecida de confetis

ritual del fuego. Baile de disfraces. Resaca.

Anoche nadie guardó las calles de la capital.