Desarrollo local en La Gomera
La situación nos exige trabajar más y mejor. Cada territorio busca fórmulas y herramientas para gestionar mejor sus recursos y aprovechar mejor sus oportunidades.
A menudo se dice que la crisis ha sido, en este sentido, beneficiosa puesto que nos ha puesto los pies en la tierra y nos ha alertado de la necesidad de cambiar, sobre todo de mentalidad y actitud.
Avanzar en desarrollo local significa que partiendo de un adecuado diagnóstico de tu zona te comprometas a movilizar tus principales potencialidades de forma inteligente y participada. Tener una buen programa de desarrollo local no significa copiar y trasladar una experiencia exitosa de otro sitio de la mano de una consultora externa, así no funciona. El trabajo en común (cargos electos, técnicos, empresarios, vecinos etc.) da fuerza al proceso de reflexión y sobre todo da cuerpo y validez a las decisiones.
Siempre los agentes de desarrollo local suelen ser partícipes de estos procesos y en algunos casos incluso animadores de los mismos. En la actualidad es el programa PRODAE del Gobierno de Canarias el que aporta parte de la financiación para que al menos exista un profesional por municipio. Entre sus obligaciones, muy vinculadas por las circunstancias a la creación de empleo y al fomento del emprendimiento, está la elaboración de un Plan de Empleo Municipal.
Asumir que solamente las administraciones saben y pueden crear riqueza y generar empleo es situarnos en una perspectiva acomodada y obsoleta. Es bien cierto que disponen de recursos para generar medidas y programas para el fomento del empleo y que la selección de los beneficiarios debe realizarse con criterios objetivos y transparentes. Pero la obligación de cambiar pautas en el modelo económico no es exclusiva de los Ayuntamientos, ni del Cabildo, es de todos los agentes.
Por otra parte hay que señalar que en los últimos años se ha producido un cierto buzamiento en el discurso. Ahora se habla de que son los empresarios los que mueven la economía y el empleo. Ellos deben marcar la pauta y a ellos se debe dirigir la ayuda pública. Yo tampoco creo que ese papel, ese importante cometido les corresponda preferentemente o en exclusiva a la patronal, a los empresarios.
Lo que para mí resulta sintomático es el modesto papel que se le otorga a colectivos como los estudiantes o los propios demandantes de empleo. En tierra de nadie perciben, por lo general, como inevitable su situación – o su futuro-, haciendo de un obligado discurso” victimista” su principal argumento.
Es preciso concertar y unir porque aporta utilidad y coherencia. Es más lógico pensar y tomar decisiones en conjunto, compartiendo las reglas del juego, y en La Gomera debemos marcarnos nuestro propio proceso de reflexión. Cuando hablamos de bienestar, de calidad de vida, de empleo, de cobertura social, nos referimos a aspectos de tal magnitud que no pueden ser abordados en solitario. De tal enjundia que no pueden ser implementados en exclusividad por nadie. De tal complejidad que no los abarca una sola perspectiva.
M. Fernando Martín Torres. Agente de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Vallehermoso.
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