El caso Noos, puro teatro
El asunto Urdangarín ha entrado ya en una fase de ensayo general de todo cuanto va a suceder en el futuro.
Todos los movimientos han sido ya calculados, partiendo del hecho asumido por todos los contendientes de que la Infanta no puede entrar en prisión; la aproximarán todo cuanto sea necesario a fin de contentar al personal, pero sin llegar a tal extremo.
Fuera del escenario, la responsabilidad y culpabilidad de la Infanta no puede estar más clara, y proviene de su participación directa en la Sociedad con un porcentaje, el 50% en este caso; no conocer este hecho se llama ignorancia culpable. Quien no tiene ninguna culpabilidad en este asunto soy yo, ni usted tampoco. Por otra parte, el enamoramiento, no ha sido nunca un eximente, como se pretende en este teatro. Si bien, el acuerdo a que se ha llegado necesita un ensayo previo para guardar las apariencias al máximo.
El trato que reciba la egregia dama ha de ser idéntico al que se dé a la otra esposa en cuestión. Los dos maridos, siguiendo la puesta en escena, que formaban parte con sus señoras de la Empresa Noos, serán sentenciados a unas penas que no superarán los cuatro o cinco años de cárcel, por lo que en un par de años, volverán a ser libres, después de un paso por la cárcel de auténtico privilegio. No hay que sacar conclusiones de los jueces, fiscales, abogados, clientes, contable, etc. porque están escenificando todo a la perfección, incluyendo las últimas demandas y querellas, de las que ya se sabe el resultado final. Que no es otro que el que aquí se adelanta.
En ocasiones, como dice la canción, la vida es puro teatro. Y si no, al tiempo.